Al menos el 20 por ciento de las personas que ejercen la prostitución en la zona de La Merced son menores de edad, reveló hoy Norma Elena Negrete Aguayo, coordinadora de la Red Internacional Ecphat, que trabaja contra la explotación sexual infantil en México.
Luego de presentar la campaña civil Prostitución no Con Nuestros Niños, la especialista dijo en entrevista que las dos campañas gubernamentales para combatir la explotación sexual de menores, la federal llamada Abre los Ojos y la que lleva a cabo el ombudsman capitalino «han estado desarticuladas y tienen poco impacto», además carecen de recursos.
Negrete afirmó que Abre los Ojos, campaña que llama a la denuncia, falla en que «las estructuras para la denuncia son débiles y carece de protección tanto para los denunciantes como para las víctimas». Tampoco cuentan con estructuras oficiales para atender a las víctimas de ese flagelo.
Por ello la red Fin de la Prostitución Infantil, la Pornografía y el Tráfico de Niños con Fines Sexuales (Ecphat por sus siglas en inglés), en la que participan 72 países y la organización Espacios de Desarrollo Integral (Ediac) presentaron en el Museo Nacional de Arte una campaña que busca involucrar a toda la comunidad de La Merced.
En esta zona comercial se calcula que todos los días confluyen 70 mil personas entre amas de casas, comerciantes, taxistas, trabajadoras y trabajadores sexuales, adolescentes prostituídas y sus respectivos proxenetas.
Norma Negrete asegura que la nueva campaña, lejos de convertirse en una casería de brujas, se basa en la participación de todos los actores de la comunidad. La campaña, que busca en primer lugar contribuir a la toma de conciencia sobre la prostitución infantil en esta zona, perteneciente a las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, es una estrategia de comunicación con lemas.
Entre ellos «No conviertas sus sueños en pesadillas», «Prostituir a una niña, niño o adolescente es un delito» y una playera con el lema «A mi me cuidan y a ti te vigilan», que se distribuirá entre niñas, niños y adolescentes que viven o trabajan en la zona.
2003/MR/MEL
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