Respeto, exigió una y otra vez, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, cuando Rosa Isela Madrid, del grupo Brigada Callejera, acusó de lenocinio a esa instancia «por apoyar el reparto de puntos de tolerancia entre las trabajadoras sexuales» de la capital mexicana.
El ombudsman capitalino, prácticamente saltó de su silla y visiblemente molesto rechazó la acusación durante el encuentro que sostuvo este mediodía con representantes de diversas organizaciones de trabajadoras sexuales, en la sede la CDHDF.
La activista, arremetió nuevamente contra la comisión al asegurar que avala al llamado grupo del Centro de Atención Integral de Servicios (CAIS), al que acusan de repartir «puntos de tolerancia», ya asignados a trabajadoras sexuales gracias a la firma de convenios con los colonos y las delegaciones. Tal es el caso de la zona de San Antonio Abad y la Merced.
Icaza dijo ser el primer sorprendido, afectado y molesto, al escuchar los señalamientos de las trabajadoras sexuales contra el funcionamiento del CAIS y aseguró no tener idea de lo que está ocurriendo en ese centro, creado para asistir a las mujeres dedicadas al sexoservicio.
«Hasta ahora me han dicho de todo, pero es algo nuevo que me digan lenon», sostuvo Icaza, mientras Rosa Isela Madrid lo responsabilizaba de la forma en que ha venido operando el CAIS.
El presidente de la CDHDF aseveró entonces que es impensable que la comisión incurra en lenocinio, «es totalmente falso, no podría tolerarlo», y amenazó: «si alguien está utilizando de manera indebida el nombre de la comisión, tendrá sus consecuencias».
Ante una decena de representantes de las organizaciones de trabajadoras sexuales, Alvarez Icaza aseguró que actuará con firmeza en el caso de que la responsable del CAIS, Elvira Reyes no esté cumpliendo con las responsabilidades de su cargo.
Ante la problemática planteada por las activistas, el ombusdman capitalino coincidió con las inconformes en que este asunto tiene tintes electorales. Luego ofreció investigar en un plazo de dos semanas los sucesos.
Informó que estudia junto con el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, la apertura de un nuevo espacio para la atención integral de las trabajadoras sexuales.
Entonces Claudia Colimoro de Musas, pidió el cierre del CAIS, propuesta que le ganó el apoyó de las asistentes, y amenazó con impedir que continué funcionando.
Icaza trato de calmar los ánimos ofreciendo a las organizaciones este espacio «que es para todos». Las llamó a continuar presentando quejas por el abuso de las autoridades y mencionó que en lo que va del año se han presentado ante la comisión, seis quejas de sexoservidoras que servirán para demostrar que las violaciones a sus derechos, son sistemáticas.
Las conminó a proporcionarle armas para enfrentar a la autoridad a través de sus quejas cuando sean víctimas de los operativos.
Ivonne, un homosexual portavoz de la organización Angeles por la Libertad, interrumpió en ese momento al funcionario capitalino para denunciar las golpizas de que continuamente son víctimas los integrantes de esta red y a quienes personal de la comisión han desoído.
Intervino luego Jaime Montejo para sugerir que detrás de los operativos contra las sexoservidoras se esconde la línea política del Partido Acción Nacional para desarticular al movimiento organizado de las sexoservidoras y erradicar su trabajo en la vía pública.
Al final del ríspido encuentro, Elvira Madrid, presidenta de la organización Brigada Callejera calificó de demagógicas, las declaraciones de Alvarez Icaza.
No obstante su molestia, al final del diálogo, el ombusdman capitalino se despidió de cada uno de quienes este mediodía fueron recibidos en el sexto piso de la CDHDF.
2003/SM/MEL
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