Hasta el 10 por ciento de los infantes mexicanos son agredidos físicamente por sus familias, aunque sólo el uno por ciento de los casos es denunciado, aseguró hoy Jorge Trejo Hernández, especialista de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado (CAINM) del Instituto Nacional de Pediatría (INP).
La violencia intencional es la segunda causa de enfermedades o muerte en menores de cinco años según cifras de Naciones Unidas, afirmó Trejo Hernández en el simposio Novedades Clínicas, Sociales y Jurídicas en la Atención al Niño Maltratado que inició hoy y finaliza el próximo viernes en la sede del INP.
En el INP, donde desde 1984 el doctor Arturo Loredo Abdalá estudia el fenómeno del maltrato infantil, se ha dado seguimiento a más de 250 casos en la última década.
Por ser un hospital de alta especialidad, nadie llega directamente por causa de lesiones, sino por otros problemas. Y son muy pocos los casos en que los menores acusan a sus agresores o en que éstos se autoculpan, aseguró Jorge Trejo. Por ello el CAINM desarrolló una metodología para detectar las agresiones a niñas y niños en el ámbito familiar.
Los factores de mayor peso en la detección son las discrepancias entre las versiones que los familiares dan sobre las lesiones del menor y el retardo para acudir a solicitar atención médica, explicó el médico con posgrado en maltrato infantil.
Le siguen en importancia factores como talla baja, higiene inadecuada, bajo rendimiento, la conviviencia con padrastros o una historia de violencia familiar.
También pueden ser determinantes que el niño o niña no fueran deseados, que presenten lesiones antiguas o un esquema de vacunación incompleta, así como que exista alcoholismo o drogadicción en el medio familiar.
La combinación de algunos de estos factores pueden predecir entre 90 y 100 por ciento los cuadros de abuso físico a menores, aseguró Jorge Trejo.
Sin embargo, el especialista recomendó al personal de salud allí reunido que no generen de forma prematura el diagnóstico de maltrato, ni agredir a los padres de la niña o niña. Por el contrario, pidió que notifiquen un parte médico legista de las lesiones y valoren la necesidad de hospitalizar a la víctima.
¿ACCIDENTE O MALTRATO?
Entre las lesiones que suelen poner en marcha la alerta del equipo del INM están los golpes en la cara o en otras partes del cuerpo en bebés que aún no caminan, así como lesiones en sitios no visibles como espalda, glúteos o genitales, además de aquellas que dejan la marca del objeto con que se inflingieron.
Destacan también las quemaduras, que cuando son intencionales resultan ser más severas y profundas que las accidentales, además de las fracturas en cualquier parte del cuerpo.
También buscan indicios del Síndrome del Niño Sacudido que puede dejar lesiones poco aparentes, entre ellas fractura de costillas y desprendimiento de córneas, informó la nutrióloga del CAINM, Verónica Martín.
2003/MR/MEL
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