El escaso acceso a anticonceptivos provoca cifras elevadas de abortos inducidos, como lo demuestran los datos oficiales de dos países en vías de desarrollo, Rumania en Europa y Burkina Faso, antes Alto Volta, en Africa Occidental.
Por falta de acceso a anticonceptivos se reportan ocho mil abortos más que nacimientos cada año en Rumania, uno de los países más pobres de Europa.
«La prohibición en la anticoncepción y aborto fue decretada en 1990 por el presidente Nicolae Ceaucescu. Al principio se registraban más de tres abortos por cada nacimiento», indica el servicio informativo de la Federación Internacional de Planificación Familiar.
«La tasa disminuyó ligeramente, pero el aborto continúa siendo la principal forma de anticoncepción», agregan al explicar que los otros métodos son difíciles de obtener, por lo que el gobierno destinó mil millones de dólares en 2004 para mejorar los servicios de planificación familiar en este país, que tiene una mortalidad infantil tres veces mayor que en la Unión Europea.
Tan sólo en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso, donde sólo 27 por ciento de las mujeres sexualmente activas utilizan alguna forma de anticoncepción, se registraron más de ocho mil abortos clandestinos en adolescentes de 15 a 18 años.
Una de las razones por las que las mujeres carecen de acceso a los servicios de planificación es la falta de recursos económicos. En Burkina Faso, dos de cada tres personas ganan menos de un dólar al día.
04/MR/GBG