Una investigación periodística reveló las humillaciones que padecen las enfermas mentales del hospital Moyano, en la capital argentina, donde una red de abusos sexuales funciona bajo la mirada de los enfermeros, los médicos y las autoridades del nosocomio psiquiátrico.
Esto llevó a que el gobierno de la capital argentina interviniera el hospital durante 180 días para intentar poner fin a las injusticias cometidas contra las internas, cuyos testimonios, en términos generales, indicaba que comenzaron siendo violadas en el hospital para terminar ejerciendo la prostitución.
De acuerdo con la representación argentina de la Coalición Internacional contra el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, esta situación salió a la luz gracias a un informe realizado por Andrés Klipphan en que denunció esta red de prostitución.
Según el reporte de Klipphan, las internas están arregladas con la guardia para poder entrar y salir en horarios no convenidos en busca de clientes y utilizan las instalaciones del Hospital para trabajar, ante la mirada incrédula de vecinos. «Adentro no falta ninguna atrocidad», dijo.
El doctor Néstor F. Marchant, el director del hospital, se negó a hablar con los medios. «Tiene una guardia pretoriana encabezada por su mujer, quien tiene un cargo directivo», sostuvo el periodista.
Los testimonios de varias internas coincidían en un hecho: habían sido violadas impunemente durante años, y esto las llevó, paulatinamente, a ejercer la prostitución. Al respecto, señaló Klipphan, «se sabe que hay personas que abusan de las internas desde hace años, pero nadie hace nada para detenerlas».
Las y los enfermos mentales, las mujeres, las y los ancianos, las niñas y los niños «son el eslabón mas débil; el Estado debería velar por su seguridad», concluyó Klipphan.
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