El verano pasado, con el pseudónimo de «Mifune» lanzó su página de Internet denominada «Ana y Mía» en la que refleja su lucha personal y sus impresiones sobre la anorexia y la bulimia, enfermedades que devoran silenciosamente a muchas personas, entre ellas a su hermana.
Mifune cuenta que, luego de uno de los peores y más prolongados ingresos de su hermana al hospital, sintió «la necesidad de contrarrestar en algo, al menos humildemente, la abrumadora presencia» de las páginas web que defienden estas enfermedades y ofrecen trucos y consejos para adelgazar de forma extrema
Con sólo cuatro artículos publicados, la página personal «Ana y Mía», forma coloquial de referirse a dichas enfermedades, ha recibido un impresionante número de visitantes y los textos cuentan con entre 300 y 400 comentarios de lectores, informó Canal Solidario
Sin embargo, Mifune aclara que en la mayoría de las ocasiones, estos comentarios provienen de gente «que ha llegado buscando precisamente aquello que se denuncia en la bitácora».
Existen muchísimas contribuciones de lectores que relatan lo que les ocurre y de «chicas y chicos» que quieren animar a otros no ya a salir de la enfermedad, sino a «no caer». Mifune recuerda en especial un comentario con el que se identificó especialmente, el de «un padre que en ocasiones comentaba cómo sentía el riesgo de perder a su hija».
De acuerdo con Mifune, a pesar de la existencia de este fenómeno tan denunciable, la sociedad parece centrar más la atención en otros usos polémicos de Internet, como las páginas pornográficas o la transmisión de virus informáticos.
Existe, dijo, una gran hipocresía «falócrata» aunque hay muchas chicas y chicos padeciendo estas enfermedades, existen «innumerables casos de machismo en la medicina pública que no los atiende hasta que su situación es grave. Además, existe el prejuicio de ver este problema como «tonterías de niñas o enfermedades de chicas, como si esto ya de por sí no requiriera atención».
Para Mifune, sitios personales como éste aportan a quienes desconocen el tema, testimonios dignos de tomarse en cuenta, y a quienes sí conocen el asunto, sobre todo a los y las pacientes, puede proponerles la reflexión de escuchar al otro lado, a la familia.
06/LR