Un brazalete electrónico podría garantizar que los agresores de mujeres en el ámbito familiar se mantengan a distancia de ellas, informó el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (Icesi), el cual propuso también que los jueces del país tengan facultades para dictar medidas precautorias que prohíban a los agresores acercarse a las víctimas a partir de una distancia determinada.
El brazalete emite una señal de alarma a las estaciones policiacas en caso de que se viole la medida precautoria, lo que podría evitar que una mujer sufra reiterados episodios de violencia en el hogar que podrían llevarla a la muerte, de acuerdo con la institución.
La propuesta fue elaborada en colaboración con la especialista Sonia Araujo, ex directora del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVI) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, quien señaló, en su oportunidad, que el costo de estos brazaletes es menor al de la hospitalización de las posibles víctimas.
Por su parte, el titular del Icesi, Luis de la Barreda Solórzano, informó que el dispositivo se encuentra en uso en España -país que ocupa el octavo lugar mundial en violencia doméstica- desde el 2004, y que los resultados han sido positivos.
Las reformas al Código Penal de la nación europea establecen que los jueces deben dictar medidas de protección de la víctima en un plazo de 72 horas después de que se presenta la denuncia; entre otras, que el agresor porte el brazalete electrónico y no se acerque a la víctima a una distancia menor a 500 metros. Para que esto funcione, tanto la víctima como la estación de policía deben tener un receptor que capte la señal de alerta en sólo 20 segundos.
De acuerdo con el Icesi, el equipo tiene un costo de 300 euros. El tamaño del emisor y del receptor es como el de un teléfono celular, con un peso de 120 gramos; el dispositivo de alarma tiene la forma de un reloj de pulsera, y si el agresor intenta quitárselo o destruirlo emite una señal distinta otra señal.
Araujo precisó que esta medida debe ir acompañada de otras propuestas, como las decisiones que se tomen en torno a la alimentación, la custodia y los derechos de comunicación con los hijos; la emisión de cartillas de prevención del maltrato infantil y de la violencia en la pareja; un programa preventivo durante la educación primaria; la organización de una cruzada anual contra la violencia y la elaboración de una estadística fidedigna y sistematizada sobre los homicidios perpetrados contra mujeres como resultado de la violencia doméstica.
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