La doctora Rafaela Schiavon, directora en México de la organización internacional IPAS, especializada en la salud sexual y reproductiva de las mujeres, afirmó que el candidato presidencial panista, Felipe Calderón, «tiene un compromiso con las fuerzas más radicales y fundamentalistas».
La especialista se refirió así a las declaraciones realizadas ayer por el abanderado presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) en una emisión televisiva durante la cual se manifestó en contra del aborto, la eutanasia, los matrimonios entre homosexuales y la anticoncepción de emergencia.
Es necesario recordar que desde 1919 el aborto por violación está permitido en todo el país, aun cuando las demás causales por las que está despenalizado varían en las distintas entidades federativas: malformaciones congénitas, daños graves a la salud de la madre, peligro de muerte de la madre, razones económicas cuando la mujer tenga al menos tres hijos (admitido sólo en Yucatán), inseminación artificial no consentida y aborto imprudencial.
Así, la negativa de Calderón para la legalización del aborto y su defensa a ultranza de la vida desde la concepción representaría un grave retroceso en las conquistas obtenidas a lo largo de los años por los movimientos feministas y de mujeres en el país.
Al respecto, en entrevista exclusiva con Cimacnoticias, Schiavon, subrayó que es importante que los candidatos expresen claramente sus posturas en los medios, y que Calderón, «un candidato joven y limpio, tiene un compromiso personal o de partido -lo cual no importa- con las fuerzas más radicales y fundamentalistas de la derecha en la agenda social de salud, género y salud reproductiva de las mujeres».
En torno a las declaraciones del candidato blanquiazul, quien afirmó que de llegar a la Presidencia no incluiría la píldora de anticoncepción de emergencia (PAE) dentro del cuadro básico de medicamentos -olvidando tal vez que ya está incluida desde el pasado 11 de julio, con la aprobación de la Secretaría de Salud- la especialista, quien fue directora del área de Salud Reproductiva del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la citada institución, expresó:
«Calderón, en la línea gastada y simplista de la defensa de la vida, declara la oposición absoluta al aborto, a las uniones homosexuales, a la muerte asistida, a la anticoncepción de emergencia ‘porque es abortiva’. No se puede pretender ignorar, sin embargo, todo el contexto legal, normativo y de evidencias científicas que sobre estos temas ya existen, y al que el candidato seguramente ha tenido acceso».
Así, en relación con el aparente desconocimiento del candidato presidencial panista acerca de la normatividad vigente sobre estos asuntos, Schiavon aludió a «los mecanismos de acción de la anticoncepción de emergencia, el marco normativo, su inclusión en el cuadro básico de medicamentos, el marco legal que despenaliza el aborto en indicaciones específicas, la ley contra la discriminación y los compromisos internacionales que tiene el país en todos estos temas».
En este contexto, que implicaría, de llegar Calderón al poder, echar para atrás los avances logrados por los sectores progresistas de la sociedad, la doctora Schiavon añadió:
«Es preocupante que este PAN presente posturas mucho más radicales, conservadoras y anticientíficas en la agenda de género que el actual gobierno, representado por cierto, en el equipo de Calderón, por una ex secretaria de Estado (Josefina Vázquez Mota) cuya postura sobre la anticoncepción de emergencia, en su momento, fue mucho más abierta y respetuosa».
Rafaela Schiavon lanzó, por último, una interrogante:
«Concluiría preguntando: ¿cuál sería la postura sobre la anticoncepción de emergencia si el candidato tuviera acceso a la evidencia científica de que no es abortiva? La evidencia existe. ¿Cuál sería su posición sobre la libre decisión anticonceptiva de las mujeres y las parejas, decisión tutelada por la Constitución? ¿Cuál sería su postura sobre educación sexual y servicios a adolescentes y jóvenes?»
Finalmente, concluyó: «Es muy importante entender que estas posturas van restringiendo y limitando el marco ya existente de los derechos y las políticas de Estado que México ha asumido desde décadas, implicando un retroceso en temas donde la ciudadanía, incluyendo la católica, han expresado una y otra vez que está más allá de estos fundamentalismos a los cuales alguien apuesta que puedan pagar con votos».
06/YT
