Es necesario promover campañas de sensibilización sobre los métodos de planificación familiar, con el objetivo de evitar que más jóvenes guatemaltecas resulten embarazadas sin desearlo y acudan a centros de abortos clandestinos, indicó Edgar Kestler, director del Centro de Salud Sexual y Reproductiva.
En un reportaje publicado en Nuestro Diario, Kestler subrayó que más de 100 mujeres mueren al año en Guatemala por practicarse abortos, situación que es alarmante, ya que este flagelo se posiciona en la cuarta causa de mortalidad a nivel mundial.
A decir del profesional, la mayoría de mujeres que han fallecido por esta causa han acudido a clínicas clandestinas, donde no reúnen las condiciones mínimas de salud y utilizan instrumentos contaminados que provocan infecciones y hemorragias severas, llevando a sus pacientes a la muerte.
Según Kestler, es necesario que en el país se promuevan proyectos de prevención de embarazos y se brinde una verdadera educación sexual, ya que la información es un arma fundamental en la erradicación de esta problemática.
La publicación subraya que recientemente un tribunal de Quetzaltenango condenó a un médico a ocho años y nueve meses de prisión por los delitos de aborto calificado y falsedad ideológica, después de ser acusado de realizar un aborto incompleto a una joven que murió desangrada.
Por su parte, un estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que cada año se registran más de 45 millones de mujeres que se provocan abortos clandestinos y 68 mil de éstas mueren por malas prácticas a nivel mundial.
Finalmente, María Gabriela Núñez, titular de la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem), indicó que esa entidad coordina actualmente acciones con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) a favor de la erradicación de este flagelo, principalmente en los departamentos donde se reportan más decesos por esta causa.
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