Al cumplirse hoy cuatro mes y 16 días de huelga de las y los trabajadores de supermercados en esta ciudad, el conflicto continúa afectando a 77 mil trabajadores, de los cuales 75 por ciento son mujeres que laboran en 859 tiendas y que, al igual que sus familias, sobreviven de los escasos fondos de resistencia.
El objetivo de la huelga es mantener las prestaciones y los beneficios contractuales que tenían antes de que comenzara el conflicto.
La prolongación del conflicto afecta a las y los trabajadores afiliados al Sindicato de Empleados de Alimentos y Supermercados (UFCW, por sus siglas en inglés), que laboran en tres cadenas de supermercados: Vons, Ralph y Albertson.
Al parecer, el conflicto no será resuelto pronto, por el contrario, su prolongación forma parte de la estrategia de los propietarios de los supermercados que buscan que las y los trabajadores desistan en su lucha por hambre.
Desde su inicio, las negociaciones se estancaron en los mismos puntos. Las y los empleados demandan respeto a su contrato colectivo de trabajo y rechazan disminuciones en los salarios, en los montos de sus pensiones y en la atención médica.
Mientras que los propietarios de las cadenas de supermercados quieren reducir importantes prestaciones, sobre todo la del pago de atención médica para las y los trabajadores y sus familias.
Los patrones pretenden excluir de este beneficio a las familias de las y los trabajadores y que los empleados paguen la mitad del costo de la cobertura médica; este último es un punto no negociable para el sindicato y fue razón fundamental para el estallamiento de la huelga.
A más de cuatro meses de huelga el ánimo y la moral de los trabajadores sigue en pie, pues están convencidos de sus derechos, sobre todo el de servicio médico, para ellos y sus familias, prestación que continuarán defendiendo.
La solidaridad del poderoso sindicato de los Teamsters (choferes), sección California, continúa su apoyo en lo que se refiere a no cruzar las líneas de piquetes de los huelguistas en ninguno de los supermercados en huelga, lo que constituye un fuerte apoyo para el movimiento huelguístico.
En declaraciones a la prensa local, el director de Comunicación del sindicato de empleados, Greg Denier, afirmó: «El sur de California es el epicentro de una lucha nacional contra la avaricia de las compañías que quieren recortar drásticamente los beneficios médicos de los trabajadores».
El sindicato de los supermercados cuenta con 1.4 millones de afiliados y es uno de los más grandes del país, por lo que si este movimiento no llega a una solución, el conflicto huelguístico podría ampliarse a otros estados de la Unión Americana, informaron los dirigentes nacionales.
A la fecha 44 supermercados de la cadena Kroger, propietaria de Ralphs de California, votaron por autorizar la huelga en los estados de Virginia Occidental, Ohio y Kentucky, aunque se desconoce la fecha de su estallamiento.
Un informe del sindicato asegura que las ganancias de las compañías crecieron 91 por ciento, obteniendo entre cinco y 10 millones de dólares. A pesar de ello, pretenden aumentar más sus dividendo a costas de las y los trabajadores.
Las protestas diarias de los huelguistas, las expresiones de solidaridad de otras organizaciones sindicales y comunitarias, no logran aflojar o desenredar ese nudo ciego que mantiene cerradas y congeladas los negociaciones para buscar fin a este conflicto.
Diversas movilizaciones se han realizado durante los días de huelga, siendo una de las importantes, la Tercera Jornada de Solidaridad, efectuada el mes pasado con la participación de más de 15 mil personas, de acuerdo con el Departamento de Policía de Los Angeles.
La concentración tuvo lugar en el Great Western Forum, ubicado en el 3900 West, Manchester Blvd., de la ciudad de Inglewood, un lugar tradicionalmente utilizado para las peleas de box, pero que en esta ocasión sirvió de anfitrión a las luchas obreras.
El contingente estuvo integrado fundamentalmente por huelguistas y miembros de otras agrupaciones sindicales, quienes han expresado su solidaridad con las y los trabajadores en huelga.
Algunas de las organizaciones convocantes a esta marcha fueron los sindicatos de educadores, empleados de servicios, estibadores, trabajadores del puerto, campesinos de Coachella, empleados de la industria fílmica, el sindicato de trabajadores del campo formado por Cesar Chávez y la Hermandad Mexicana Latinoamericana, entre otras.
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