La realidad es más apabullante que las acciones federales: mientras que la violencia es parte de la vida cotidiana de 25 millones de mexicanas, las principales acciones del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para este año fue la apertura de 26 albergues y una campaña en medios.
De toda la violencia hacia las mujeres, 85 por ciento nunca se denuncia, informó Patricia Espinosa, presidenta del Inmujeres, durante la ceremonia en la residencia oficial de Los Pinos con motivo del Día Internacional de No Más Violencia contra las Mujeres. La desconfianza a las instituciones es una razón.
La encargada de la política nacional por la equidad de las mujeres celebró «la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de establecer la violación entre cónyuges como delito y a partir del reconocimiento de que los derechos fundamentales y la libertad de autodeterminación de las mujeres no se pierden al contraer matrimonio.»
Asimismo, consideró que se debe concluir el proceso de reforma del poder judicial para favorecer la intervención expedita de la procuración de justicia, al tiempo de llamar a los poderes legislativos para que las leyes en los estados cumplan con los compromisos internacionales del Estado mexicano.
Aseguró que la administración actual «quiere saldar la deuda con las mujeres de todas las edades, en situación de riesgo y sin opciones», al referirse a la Estrategia Nacional por las Mujeres Solas, que buscará coordinar entre instituciones para atender a las mujeres que están solas pero no por elección.
Entre ellas, Inmujeres cuenta a las migrantes, víctimas de trata o madres adolescentes.
El presidente Vicente Fox mencionó el programa anterior durante su discurso, el cual se abocó a reconocer la participación de las mexicanas, a las que calificó como luchonas porque «saben tener visión, saben jalar parejo, saben fajarse, saben entrarle cuando hay que entrarle.»
Las mexicanas, agregó, «han sido el elemento central para que nuestro país diera la vuelta a la página del autoritarismo, para que nuestra nación conquistara la democracia», tras lo cual se comprometió a seguir su trabajo para acabar con la violencia de género.
El mandatario no hizo ninguna mención de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez o en otras regiones de México.
Al finalizar la conmemoración, Marta Sahagún de Fox, que se reconoce como víctima de violencia familiar durante su matrimonio con Manuel Bribiesca, afirmó que la violencia no es normal ni natural al llamar a las mexicanas a denunciar las agresiones contra ellas.
A la ceremonia en el salón Adolfo López Mateos asistieron también las actrices Angélica Aragón y Consuelo Duval, así como la comunicadora Lolita Ayala, participantes de la campaña «el que golpea a una, nos golpea a todas» que en su corta vida en televisión elevó de dos a 15 el número de llamadas a la línea de Inmujeres por una vida sin violencia.
Estuvieron allí, igualmente, la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; la directora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaria de Salud, Patricia Uribe, así como otros representantes del gobierno federal y un numeroso grupo de alumnas del Colegio Francés del Pedregal.
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