Niñas y niños mexicanos dieron una lección a las y los legisladores de México, al mostrarles que a través del diálogo, la inclusión y la tolerancia, se pueden lograr acuerdos políticos concretos en sólo tres días.
Más de 300 niños y niñas provenientes de toda la República Mexicana y con los símbolos patrios a sus espaldas, presentaron hoy lo que consideran, son las prioridades de la niñez mexicana al concluir hoy el Primer Parlamento de Niños y Niñas de México.
Ante el Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda y los presidentes de las Mesas Directivas de las Cámaras de Diputados y Senadores, Armando Salinas Pliego y Enrique Jackson Ramírez, respectivamente, los menores demostraron su conciencia del país y del mundo e hicieron propuestas concretas.
A excepción de la fila cinco del grupo parlamentario Dorado, que se hizo acreedor a varias llamadas de atención por parte de la presidenta de la Mesa Directiva del Parlamento infantil, Ruth Celia Correa Cerón, de 10 años de edad, las y los niños se mostraron respetuosos y concientes de que las discusiones en la tribuna no eran cosa de juego.
Vestidos con sus uniformes escolares y sus moños blancos, desde muy temprano las y los legisladores infantiles comenzaron a ocupar los lugares que cotidianamente son de personalidades como Martí Batres Guadarrama.
Con su moño blanco en la cabeza pero segura de sí misma y con un tono de voz avasallante, Yanuel García Téllez fue la primera legisladora infantil que subió a tribuna para demandar acciones concretas contra la corrupción de la policía.
REDUCCIÓN DE SALARIOS A ALTOS FUNCIONARIOS
Con apenas 10 años de edad y ante la mirada de asombro de Creel Miranda, Jackson Ramírez y Salinas Torres; Julián Durán fue quien puso el dedo en la yaga al proponer que se destine el 10 por ciento de los salarios de los funcionarios de alto rango para generar nuevas fuentes de empleo.
Fue Jesús Mena de Guerrero, quien frente al micrófono hizo referencia a uno de los temas que más centraron la atención de las y los niños: la violencia intrafamiliar, la pornografía y la prostitución infantil y demandó que «nuestros padres nos dediquen más tiempo para discutir temas como la sexualidad y la drogadicción».
Vino después un receso en el que las y los legisladores infantiles después de saborear unos chocolates, comenzaron el trabajo de cabildeo para llegar a un acuerdo final que más tarde daría a conocer la presidenta de la Mesa Directiva, Ruth Celia Correa Cerón.
Después de una energética llamada de atención de Correa Cerón, «se les pide a las niñas del equipo dorado que dejen de platicar y pongan atención», procedió a presentar las conclusiones claras, concisas y propositivas de las y los niños de México.
Ante el asombro de los funcionarios públicos y las y los legisladores presentes que en resumen, se comprometieron a «hacer suyas las propuestas y demandas del Parlamento» y considerarlas en su trabajo legislativo, las y los niños dieron una verdadera muestra de madurez y demostraron una vez más que están concientes de la realidad de su país y el mundo.
Pero sobre todo, demostraron que aún sin poder aprenderse la tabla del nueve o realizar divisiones, están concientes de que en un país lejano se está librando una guerra, que en México la violencia y la discriminación son problemas graves y que la política es un espacio para promover el diálogo, el respeto y la tolerancia que muchas veces, «los adultos olvidan».
2003/MM/MEL
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