Con decenas de veladoras encendidas que simbolizan la luz de esperanza para quienes viven con el virus del VIH/Sida, inició aquí el Primer Encuentro de Mujeres Afectadas, que reúne a activistas de 27 estados del país y de varios países latinoamericanos.
Al inaugurar el encuentro, la directora de Salud Integral de la Mujer (SIPAM), Pilar Muriedas Juárez enfatizó que el 80% de las mexicanas que enferma por VIH/Sida lo hace dentro de una pareja estable, por lo que cuestionó la insistencia de las autoridades en que el padecimiento se propaga por las relaciones de sexo entre hombres, en lugar de apostar con mayores campañas de prevención en las que se incluya el condón femenino.
Acompañada por la titular de la Secretaría de la Mujer del Gobierno del Estado, Rosa María Gómez Saavedra, Muriedas Juárez recordó que el Gobierno Federal tiene la obligación de contar con políticas de salud dirigidas específicamente para mujeres, pues dijo, «no se vale que de rebote nos toquen» los supuestos beneficios.
El VIH/Sida, dijo, es un problema público de salud del que no se quiere hablar y eso ocasiona mayor estigma y discriminación, amén de que los escasos 30 millones de pesos que debieron ser destinados para programas de prevención fueron desviados a un asunto tan controversial como el caso Provida.
Aunado a ello, acotó, está la presión de la jerarquía de la iglesia católica al uso del condón, aún cuando se ha demostrado que éste es el mejor método para prevenir la enfermedad y, por su puesto, las presiones y relaciones disparejas en el hogar entre mujeres y varones que impiden a éstas obligar a sus maridos a utilizar el preservativo.
El foro concluirá el próximo domingo con la realización de un diagnóstico nacional que será entregado al titular de Centro Nacional de Prevención y el Control sobre el VIH (Censida), Jorge Saavedra.
Mientras que cada una de las participantes de Brasil Argentina, Perú, Panamá, Costa Rica, Colombia y Guatemala, llevarán el diagnóstico a su país con el objetivo de poder incidir en las políticas públicas de salud.
Georgina Gutiérrez, coordinadora del Programa de Mujeres y Sida de Sipam -organización pionera dedicada desde hace 18 años a la promoción de los derechos de salud, sexuales y reproductivos de la población femenina-, recordó que la salud de las mujeres es una inversión social.
Las mujeres, dijo, tienen problemáticas diferentes, no más importantes, pero sí distintas de otros grupos en situación de vulnerabilidad.
Al evocar la memoria de quienes «ya se nos adelantaron», entre ellas amas de casa y activistas, hizo hincapié en la necesidad de visibilizar las necesidades de la población femenina de quienes viven o conviven con la pandemia de manera local, regional, nacional y continental, para acabar con la estigmatización y discriminación que envuelve al VIH/Sida.
La argentina Marcela Alsina, a nombre de las mujeres positivas de Latinoamérica y el Caribe destacó que 18.5 de los 37 millones de personas entre 15 y 48 años de edad que en la región viven con el VIH/Sida son mujeres.
Resaltó que esa incidencia ha crecido a niveles abrumadores, pues cuando apareció el VIH de cada 20 hombres había una mujer, ahora la proporción es de 3 a 1 y en algunos países se han igualado los números.
«El VIH/Sida demuestra una vulnerabilidad y desigualdad entre hombres y mujeres, por lo que abordar los factores que las hacen a ellas todavía más vulnerables, es un reto pendiente», precisó.
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