Olga Sánchez Martínez, directora del Albergue «Jesús el Buen Pastor», ubicado en Tapachula, Chiapas, recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2004, por su apoyo a la población migrante centroamericana.
Sánchez Martínez, quien es originaria de Tuxtla Chico, Chiapas, inició en 1991 su apoyo a los migrantes amputados en su casa, ya que no había institución que lo hiciera, actividad que combinaba con el respaldo a personas de la tercera edad que eran abandonadas por sus familias.
Su labor se extendía hasta conseguir y pagar las prótesis que necesitan los migrantes amputados –-trámite prolongado por el costo de los aparatos y por el número de personas que sufren accidentes—, además en brindar apoyo a los familiares de los migrantes fallecidos.
Durante la entrega del reconocimiento hecho por la Comisión Nacional de Derechos Humanos este lunes, Sánchez Martínez dijo que hace cuatro días en Tapachula fue agredido un migrante hondureño que se encontraba en la azotea del albergue, por un agente de la Policía Judicial del Estado.
Desde la calle, explicó la defensora de los derechos humanos homenajeada, el policía disparó con un fusil AR-15, afortunadamente el migrante hondureño salió ileso, «pero el hecho da una idea del tipo de violencia al que también han quedado expuestos».
De acuerdo con los registros del Albergue «Jesús el Buen Pastor» que dirige Sánchez Martínez, en 2004 proporcionó apoyo a 170 migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador, muchos de los cuales fallecieron y sus cadáveres no fueron reclamados por su familia, por lo que ella se ocupó de su sepultura.
La labor de este organismo, consiste también en localizar a familiares de los migrantes accidentados, a quienes se les brinda hospedaje y comida, mientras se recuperan de la amputación de sus miembros superiores o inferiores, así como para el traslado a sus países de origen.
La violencia es común en la zona, por lo que muchos migrantes son agredidos durante su intento por cruzar la frontera mexicana hacia Estados Unidos de Norteamérica, a ellos también se les proporciona ayuda mientras se recuperan.
Olga Sánchez Martínez tiene 45 años de edad, tiene tres hijos, está casada, es la tercera de 11 hermanos y estudio hasta el segundo grado de primaria.
2005/SA/SJ
