Aproximadamente 50 mil pacientes con cáncer han sido tratados en Cuba con Escoazulno, medicamento elaborado a base del veneno del escorpión azul y el cual ha estado en estudio desde hace nueve años, cuando se registró.
Misael Bordier, descubridor de las propiedades de esta toxina, afirmó al Servicio Especial de la Mujer (SEM) que las pruebas clínicas han arrojado una respuesta positiva en 97 por ciento de los pacientes tratados por tumoraciones malignas.
Según el científico, con este nuevo medicamento aún no se puede hablar de una cura absoluta pero sí de una notable mejoría de los enfermos, incremento de la calidad de vida y erradicación total de la protuberancia en numerosos casos.
El especialista de la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo, a 970 kilómetros de La Habana, está al frente del proyecto cubano de investigación integral del Escoazul, que agrupa a varias instituciones científicas del país.
El medicamento se prepara a partir del veneno del Rhopalurus junceus, una especie de coleóptero que sólo se ha encontrado en las islas del Caribe. En Cuba se registran 32 especies de escorpiones, 29 de ellas endémicas, de las mil 600 conocidas en el mundo.
Fuentes cercanas a la investigación afirmaron que la toxina diluida actúa como un inhibidor de la proteasa, enzima que rodea como una membrana las células cancerígenas.
|
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente |