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Estancadas, mexicanas en actividades laborales

Por Lourdes Godínez Leal

Aunque en la última década las mujeres incrementaron seis por ciento su participación en la economía, siguen realizando las mismas actividades, lo cual ha provocado su estancamiento profesional y el deterioro de su situación laboral, coincidieron este día académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Mientras que en 1995, las mexicanas representaban 30 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), en 2003 incrementaron su incidencia a 36 por ciento.

Al participar en la mesa redonda Las mujeres en el trabajo: qué tanto se ha ganado y qué tanto se ha perdido, la académica universitaria, Patricia Rodríguez, señaló que a pesar de la mayor incursión de la población femenina en actividades productivas, continúan ocupando los puestos de trabajo de menor jerarquía, sus salarios son más bajos, no tienen prestaciones sociales y sus empleos son eventuales, incluso la mayor parte se encuentra en la economía informal.

Para la investigadora, el hecho de que más mujeres ingresen a la universidad -ahora constituyen 50 por ciento de la matrícula-, no es garantía para que consigan un mejor estatus de vida.

Para Flérida Guzmán, también académica de la UNAM, el ámbito laboral en que las mujeres se han desempeñado no ha variado durante la última década al continuar ocupándose en el trabajo doméstico, como despachadoras, maestras y dependientas.

Debido a la división sexual del trabajo las mujeres están «tipificadas» en ocupaciones consideradas como femeninas, debido en gran medida a la construcción social que plantea que las mujeres son más maternales, obedientes y sumisas, aseguró Guzmán.

Prueba de ello, afirmó, es que 99 por ciento de los hombres ocupan cargos de funcionarios públicos y en el plano directivo las mujeres eran más empleadas como directoras de recursos humanos. En otras áreas las mujeres se desempeñaban como maestras de primaria o en áreas de humanidades.

Según el Informe de Desarrollo Humano del 2000, por cada peso de ingreso de un hombre las mujeres tenían 37 centavos, en tanto que los empleados del ramo de servicios por cada peso que recibió un hombre la mujer recibió 97 centavos. En total, refirió, las mujeres ganaban 14.4 por ciento menos que los hombres.

Sin embargo, a pesar de todas estas circunstancias, se han registrado avances, entre los que destacan el tema de las mujeres en la agenda pública (aunque apenas el 35 por ciento de las instituciones públicas haya agregado el concepto de género), la transformación del modelo familiar, algunos cambios en las relaciones de género y la creación de instancias públicas.

Otro avance significativo ha sido la inclusión del tema de género en el presupuesto público, que además ha sido una lucha constante del movimiento de mujeres, aunque no se ha consolidado porque existen recortes en algunos programas esenciales para las mujeres como es la salud.

Finalmente, las especialistas entre las que también participaron Concepción Martínez, de la asociación civil Equidad de Género, Ciudadanía y Trabajo y María Luisa González Marín, académica de la UNAM, dijeron que si bien los avances son muchos, los retos son aún mayores e insistieron en la necesidad de continuar abriendo el camino para las nuevas generaciones de jóvenes.

04/LGL/GBG

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