Los derechos laborales de las trabajadoras de la industria maquiladora de México y Centroamérica son violados en forma impune por sus empleadores, quienes les impiden sindicalizarse o firmar convenios colectivos, afirmó hoy la experta Hilda Sánchez.
La representante de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT), dijo a Cimacnoticias que los intereses de las empresas multinacionales han relegado a la política laboral y las más afectadas son las mujeres que trabajan en las maquiladoras, ubicadas en México en la zona fronteriza con Estados Unidos.
Luego de participar en el seminario internacional Las Directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) Para Empresas Multinacionales, afirmó que el tema más discutido y denunciado es el de las trabajadoras de las maquiladoras.
La también representante de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), señaló que las organizaciones sindicales están preocupadas por la llegada de inversión extranjera porque los grandes capitales no respetan los derechos laborales de quienes emplean.
Entre las violaciones a los derechos fundamentales de las mujeres destaca el referente a la organización sindical.
Este derecho, dijo Sánchez, es sistemáticamente violado por las empresas extranjeras, «sabemos por organizaciones sindicales que han presentado denuncias ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que cualquier trabajadora que tenga alguna práctica en este sentido es ubicada y despedida».
Otra violación, resaltó, son las pruebas que se deben hacer para demostrar que no están embarazadas y poder ser contratadas, en su caso, o renovar su permanencia en la industria maquiladora.
La representante de la ORIT, aseguró que las trabajadoras tienen tiempos estrictos para comer y para realizar sus necesidades básicas, incluso deben «pedir permiso para ir al baño», dijo.
Consideró necesario reformar el modelo económico internacional y oponerse firmemente a las políticas que atentan contra los intereses de la clase trabajadora.
2003/RGL/MEL
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