La legislación de Bangladesh prohíbe el enlace matrimonial entre adultos y niñas, sin embargo muchos hombres visitan los barrios marginales de las ciudades en busca de esposa, a cambio de alimentos y enseres básicos para sus padres, a la que luego abandonan.
Esta situación fue denunciada por la Fundación Intervida, la cual informó sobre las consecuencias para la salud y la educación de las jóvenes obligadas a contraer matrimonio en India y Bangladesh. «Una vez casadas, las adolescentes abandonan la escuela y pierden contacto con chicas de su edad y con su familia».
Con frecuencia, necesitan permiso de su marido u otros miembros de su familia para acudir a los servicios de salud y, en todo caso, casi nunca disponen de los medios para pagarlos», explicó la organización al servicio informativo español Canal Solidario.
Al quedar embarazadas, las adolescentes afrontan nuevos riesgos para su salud porque, en la mayoría de los casos, su cuerpo «no está desarrollado para asumir el proceso de gestación», por lo que pueden enfrentar problemas de hipertensión y partos prematuros.
Según Intervida, para las adolescentes embarazadas de entre 15 y 19 años en estos países el riesgo de morir es «cuatro veces superior» al de las mujeres mayores de 20 años.
A pesar de todos estos riesgos, casar a una joven también significa alejarla de la posibilidad de concluir sus estudios. Muchas familias apoyan el matrimonio infantil porque la dote que las jóvenes deben aportar para casarse aumenta a medida que se hacen mayores y los recursos para alimentar a todos sus miembros son insuficientes.
EDUCAR A TODA FAMILIA
Paliar este problema no es fácil, pero organizaciones como Intervida trabajan con las familias y con entidades locales para concienciarlas de los peligros que supone el matrimonio infantil.
En el barrio marginal de Viman Nagar, en India, existen varios ejemplos de niñas que acudieron a las autoridades para pedir ayuda y apoyo para cancelar el enlace. En estos casos, el equipo de la ONG se reunió con los familiares de las menores para explicar las consecuencias de este fenómeno y la importancia del derecho a la educación y a la salud de las jóvenes.
Como explica Intervida, la formación es la mejor herramienta para concienciar a los padres y animarles a apostar por la educación de sus hijas, así como por la de los hijos, con el fin de que «aprendan a respetar a sus compañeras y eliminen la creencia de que son ciudadanas de segunda».
04/Canal Solidario/GBG/SM
