Cada vez son más las mujeres que deciden emigrar de su país a España en busca de una oportunidad y ese fenómeno ha aumentado 74 por ciento en los últimos 10 años, afirmó la directora general del Instituto de la Mujer, Rosa Peris.
«Antes, las mujeres emigraban en contra de su voluntad, algunas engañadas por mafias de prostitución y otras por acompañar a sus maridos, pero ahora existe un grupo cada vez mayor que protagoniza movimientos migratorios autónomos para huir de los controles sociales, y que desea romper con los tópicos tradicionales de sus países», afirmó Peris aquí durante la clausura de la Jornadas de «Integración y desarrollo de la mujer inmigrante en la España actual».
Añadió que no obstante ese fenómeno, la tasa de desempleo en mujeres inmigrantes es mucho mayor que la de los hombres. «La brecha de género actúa con las extranjeras igual que con las españolas».
Destacó que las inmigrantes tienen que soportar «trabajos de menor cualificación de sus capacidades, con contratos precarios y con sueldos inferiores al resto de los trabajadores».
Así, los empleos más habituales para las mujeres que vienen de otros países, son los domésticos, como cuidadoras de niños, ancianos y de la casa en general. El trabajo que realizan en los hogares facilitan las tareas del hogar a las españolas, encargadas de las labores domésticas, dijo.
«Las españolas debemos tener un gesto de agradecimiento con estas mujeres porque gracias a su trabajo nosotras podemos disponer de más tiempo libre y desarrollarnos en el mundo laboral», apuntó Peris.
Al reflexionar sobre la vida extra laboral de las propias mujeres inmigrantes, Peris dijo que son las más perjudicadas, porque tienen que pedir ayuda a sus madres e hijas para que se encarguen de su propia familia mientras trabajan en hogares ajenos, recalcó.
A los problemas laborales con los que se encuentran los inmigrantes, especialmente las mujeres, se le suman los comportamientos xenófobos de una parte de la sociedad.
«Debemos luchar por la plena ciudadanía de las mujeres inmigrantes porque son sujetos activos del derecho, no pasivos», alegó Peris, quien añadió que «queda mucho camino por hacer, pero tiene que estar abierto a la esperanza porquer aquí cabemos todos».
En su oportunidad, la directora de cine Helena Taberna, directora del documental «Extranjeras» comentó que es fundamental que exista un acercamiento intercultural porque «el desconocimiento crea temor que es lo que provoca el rechazo».
En opinión de la cineasta, todos los seres humanos llevamos un pequeño racista dentro de nosotros mismos, y «hasta que no eliminemos ese monstruo las cosas no cambiarán».
2004/CG/LR
