La lucha de las mujeres por obtener espacios en diferentes ámbitos se ha visto reflejada en mayor participación social y política, aunque a veces se contraponga con los usos y costumbres de muchas de ellas en sus comunidades, destacó la investigadora Silvia Marcos.
Al participar la tarde de ayer en el primer día de actividades del Coloquio «Mujer, Derechos Políticos y Ciudadanía» realizado en la Casa de la Cultura Jurídica en Morelos y convocado por la Comisión Independiente de Derechos Humanos de ese estado, la investigadora del Centro de Investigaciones Psicoetnológicas, habló sobre los derechos políticos de las mujeres y las mujeres en los mundos indígenas.
Dijo que entre las mujeres de las zonas indígenas existe un doble sentimiento, pues por un lado hay un «entrenamiento» sobre su participación política para exigir sus derechos, pero al mismo tiempo guardan sus tradiciones.
Los usos y costumbres, explicó la especialista, no sólo se dan entre las mujeres indígenas, también entre la clase media
Silvia Marcos puso un ejemplo del avance de las mujeres en la participación política y habló sobre el libro 20 y 10 de los zapatistas. Explicó que éste es un recuento sobre la situación de la mujer, y ejemplificó: hay más comandantas en la zona tzeltal en los últimos dos o tres años y ha desaparecido la tradición de que las casen a la fuerza. El 30 por ciento de las mujeres son comandantas.
Silvia Marcos recordó también la primera Cumbre de Mujeres de las Américas, en donde entre las reivindicaciones de las que hablaban las mujeres estaban la dualidad, como su concepto de género sobre el orden jerárquico, esto es que el hombre y la mujeres ejerzan por igual el poder.
Otra tiene que ver con el equilibrio de género, y esto es un no rotundo a la imposición del hombre sobre la mujer y viceversa; sin embargo, recuerda, había un documento de empoderamiento en donde hablaban de todas las formas como las mujeres deben aprender a meterse en el poder.
Y entre ellas se establece no romper con sus tradiciones y la religión.
En tanto Nawal Saadawi, médica egipcia de visita en nuestro país, coincidió con la investigadora Marcos sobre la existencia de usos y costumbres en todas las culturas, sin embargo pidió adoptar solamente los buenos hábitos y desechar las malas costumbres.
Nawal Saadawi dijo que existen muchos tipos de velo en la religión islámica, pero el que más hace daño, es el de la mente, y ese no sólo está en esta religión sino en la gran mayoría de las mujeres del mundo.
Para la médica egipcia, hay que tener valentía para hacer una crítica a la religión, la tradición, la cultura y la política. Las mujeres israelíes, dijo, luchan por liberarse de la opresión extranjera y de sus propias costumbres.
En tanto, la periodista Sara Lovera, directora general de la agencia de noticias Cimac, habló sobre cómo las mujeres han ido ganando espacios también en lo público y dijo que «las mujeres hacemos política desde el periodismo feminista».
Lovera habló sobre el eco que tiene Cimac en otros medios para visibilizar la situación de las mujeres y dijo que los grupos sociales han encontrado sentido preciso y concreto, eso es lo que tenemos que hacer las mujeres en comunicación para que todas las que están en la pelea porque las cosas cambien, tengan eco para penetrar no sólo en el ámbito local sino en el internacional.
Las mesas del Coloquio continuarán los días 5 y 10 de diciembre en la Casa de la Cultura Jurídica de Morelos. El coloquio fue inaugurado ayer con una exposición fotográfica, motivo del 50 aniversario del voto femenino en México, realizado en octubre pasado y por el Día Internacional de los Derechos Humanos a celebrarse el 10 de diciembre.
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