La pobreza extrema en Latinoamérica y el Caribe, donde viven 220 millones de personas en esas condiciones, aumentó 44 por ciento y son las mujeres las más afectadas, aseguró hoy la directora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Rebeca Grynspan.
Grynspan, quien tiene a su cargo Centroamérica, Cuba, Republica Dominicana y Haití. reveló que esta cifra es más alta que durante la crisis de los años 80. «O sea que los avances en el combate a la pobreza que tuvimos hasta 1997 se han revertido. CEPAL la llama la media década pérdida del 97 al 2002».
Entrevistada por Cimacnoticias en el marco de la conferencia internacional Mejores Prácticas de Política Social, que organizó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), señaló que pese a ello, en términos de pobreza y programas dirigidos a las mujeres hay avances.
Sin embargo, la fragilidad de los hogares dirigidos únicamente por mujeres sin un segundo ingreso es grande. Ello origina en muchos de los países de la región pobreza extrema y menos oportunidades para salir de ella, consideró.
La encargada de la oficina subregional de la CEPAL, destacó que se han desarrollado y emprendido programas que han sido exitosos en términos de transferencias y oportunidades a las mujeres y encabezados por ellas, pero el principal problema, sigue siendo la segmentación y el acceso al mercado de trabajo.
Sobre el último, señaló que las formas de acceso al mercado laboral son ahora la gran preocupación en Latinoamérica para superar la pobreza de las mujeres y de los hogares, porque las carencias económicas en la población femenina no solo se reflejan en ellas, sino en toda su familia.
Hay que hacer un gran reconocimiento a los logros promovidos por el movimiento amplio de mujeres, para impulsar acciones encaminadas a disminuir los índices de pobreza en la región. «Los logros que vienen desde el gobierno han sido inducidos por las mujeres organizadas de Latinoamérica», afirmó.
No obstante, dijo, la igualdad esta muy lejos desde una realidad en toda Latinoamérica, pues si revisáramos cualquiera de los indicadores o los estudios que se han hecho sobre este aspecto. las desigualdades están presentes.
Por ejemplo, refirió, en el campo político, el avance de las mujeres en el liderazgo político de los países es muy desigual. «Todavía no estamos en condiciones de decir que muchos de los avances son sostenibles, porque ha habido retrocesos».
Reconoció que en los programas gubernamentales sociales, hay mucha mayor conciencia en el tema de género. Pero a pesar de que se han diseñado mecanismos efectivos para la inclusión, no se ve en los programas hechos para las mujeres.
Todavía hay mucho por avanzar en la verdadera inclusión de los temas concernientes a las mujeres en los programas más generales, y no como programas marginados, dirigidos a las mujeres, excluidos del resto de los programas sociales, concluyó.
2003/RGL/MEL
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