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“La prostitución, en el corazón del capitalismo”

Por Teresa C. Ulloa Ziáurriz*
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La prostitución en el corazón del capitalismo es el título del más reciente libro de la socióloga feminista española Rosa Cobo, que entre otras cosas nos habla de los efectos del neoliberalismo y la globalización en la prostitución. La autora señala:
 
La prostitución es el corazón de una industria internacional que incluye una gran variedad de negocios, desde macroburdeles o locales de striptease hasta editoriales, desde casas de masaje hasta agencias de “acompañantes”, desde películas hasta revistas sobre pornografía, sin olvidar las cifras del turismo sexual.
 
Pero, además, señala que la industria del sexo no acaba en los negocios que forman parte del sector de la prostitución, pues también otros muchos actores económicos se lucran de esta industria y contribuyen a su apuntalamiento como hoteles,  empresas de bebidas alcohólicas, periódicos, farmacias, taxis o karaokes. ¿Qué ocurriría si las empresas productoras y distribuidoras de bebidas alcohólicas se negasen a surtir a los burdeles o los periódicos no aceptasen publicar anuncios de locales en los que se ejerce la prostitución?
 
Señala la doctora Cobo que la prostitución es el eje de todo un sector económico que se articula en torno a los cuerpos de las mujeres prostituidas. El centro de la industria del sexo son los cuerpos de las mujeres, que se han convertido en las mercancías sobre las que se ha edificado esta industria global.
 
Menciona que hasta los años ochenta del siglo XX, la prostitución apenas había tenido impacto económico en las cuentas nacionales y que su dimensión más relevante había sido marcada por el patriarcado sobre la que originalmente se edificó esta práctica social.
 
Además nos dice que la aparición del capitalismo global, a partir de los años setenta, cambió el rostro de la prostitución y la convirtió en parte fundamental de la industria del ocio y del entretenimiento que se ha globalizado con la ayuda de las redes sociales o informáticas, pero también con la contribución de redes criminales.
Agrega que, en otros términos, ese viejo canon de la prostitución correspondía al capitalismo previo al neoliberalismo, y, por ello mismo, su dimensión más relevante era la patriarcal.
 
El nuevo canon de la prostitución solo puede ser explicado en el marco de tres sistemas de dominio: el patriarcal, el neoliberal y el racial/cultural. En efecto, varones de todas las clases sociales acceden sexualmente a los cuerpos de mujeres pobres, migrantes y pertenecientes a culturas, razas y regiones que los hombres occidentalizados etnocéntricos han conceptualizado como inferiores.
 
LÓGICA PATRIARCAL Y LÓGICA DE CLASE
 
La globalización económica ha hecho posible que la prostitución se convierta en un lugar de intersección entre el norte y el sur, pues el sur exporta mujeres para el consumo sexual de los varones del norte. Y los hombres del norte viajan a países del sur a comprar sexo. Incluso en algunos países en los que la prostitución ha sido legalizada, los demandantes no solo creen tener el derecho a usar sexualmente a las mujeres prostituidas, sino que tienen consagrado por ley ese derecho: comprar sexo barato, racializado y, muchas veces, infantil.
 
Así mismo, nos dice que la teoría feminista ha propuesto la necesidad de estudiar la política sexual de todas las instituciones para comprender las lógicas patriarcales que habitan en su interior.
Pues bien, en este sentido, la política sexual de la prostitución muestra sociológicamente el carácter interclasista de los demandantes y la composición femenina y sin recursos de aquellas que ejercen la prostitución. La lógica patriarcal y la lógica de clase se funden en la prostitución.
 
La trata, el turismo sexual y el negocio de los matrimonios infantiles han asegurado que la severa desigualdad de las mujeres pueda ser transferida más allá de las fronteras locales o nacionales, de manera tal que las mujeres de los sectores o países pobres puedan ser compradas con fines sexuales por hombres de clases y países ricos, como una forma de colonialismo sexual.
 
MUJERES EXPULSADAS
 
Siguiendo los análisis de Saskia Sassen, una característica fundamental del capitalismo global es la lógica de expulsiones que pone en funcionamiento para lograr niveles de beneficios impensables. Desde este punto de vista, las mujeres prostituidas no solo representan una de las grandes expulsiones del siglo XXI, sino que son sometidas a las mismas reglas que otras mercancías para el consumo. La prostitución es así el máximo exponente de la deslocalización neoliberal, pues las mujeres son trasladadas de los países con altos niveles de pobreza a los países con más bienestar social para que los varones demandantes de todas las clases sociales accedan sexualmente a los cuerpos de esas mujeres que se convierte en una mercancía muy codiciada por los tratantes y proxenetas porque proporciona altos beneficios con bajos costos.
 
Son mujeres expulsadas de su condición de ciudadanía, de sus contextos culturales, de sus entornos familiares y de sus proyectos de vida. Son expulsadas de sus espacios físicos y emocionales y, cuando llegan a los destinos proyectados, ya son seres sin historia; nadie las conoce ahí y tienen que negar lo que son, en su país de origen. Por el camino aprendieron a ocultar su historia, y en muchas ocasiones su lengua, como condición de posibilidad para adoptar la nueva identidad que se le ofrece, la de mujer prostituida.
 
FALSA ELECCIÓN
 
En la intersección de los sistemas de poder patriarcal, capitalista/neoliberal y cultural/racial, ha crecido la industria del sexo hasta llegar a ser un negocio global. En estos momentos, la estructura que sostiene esta industria son las lógicas económicas que gobiernan el capitalismo global. Solo esto explica los enormes esfuerzos que se están haciendo para que el acceso sexual al cuerpo de las mujeres sea percibido como un asunto de consumo para los varones y de libre elección para las mujeres prostituidas.
 
El imaginario colectivo, resultado en muy buena medida de las estructuras de poder patriarcales y capitalistas, ofrece la imagen de la prostitución como un acto libre de ellas y un acto de consumo de ellos. Dicho de otra forma, las élites dominantes intentan que la prostitución sea vista como un contrato libre entre dos partes que están igualmente interesadas en firmarlo.
 
Y, finalmente, señala que la prostitución se encuentra en la confluencia de los tres sistemas de poder, lo que constituye una propuesta de cómo debe ser interpretada esta práctica social. En efecto, es una industria esencial para la economía capitalista, para la economía criminal, para los Estados que ven en esta institución una fuente de ingresos públicos, pero también las instituciones del capitalismo internacional, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, que ven en lo que han conceptualizado como industria del entretenimiento y del ocio ingresos que pueden garantizar la devolución de la deuda. Richard Poulin afirma que estas instituciones y los planes de ajuste estructural proponen préstamos a los Estados para desarrollar “empresas de turismo y entretenimiento".
 
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
 
17/TCUZ/GG

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