La Comisión Constitucional Iraquí (CCI) anunció que presentará el borrador de la nueva Carta Magna iraquí, que contempla limitar los derechos de las mujeres en asuntos como el matrimonio, el divorcio y las herencias.
El borrador de la nueva Constitución socava los derechos de las mujeres debido a que el texto concede gran poder a la Ley Islámica (Sharia).
De acuerdo con diversas agencias de noticias internacionales, los miembros chiíes de la comisión que elabora la nueva Constitución están presionando para que se conceda un mayor poder al Islam en la Carta Magna iraquí, según han señalado varios integrantes de la CCI.
La Constitución establece la igualdad de todos los iraquíes, pero pone la trampa al añadir «siempre que no viole el Sharia», o ley del Corán, según la cual las mujeres no podrán contraer matrimonio sin permiso de su familia, sin importar la edad que tengan.
Mientras que sus maridos podrán divorciarse sólo con decirlo tres veces en su presencia, ellas tendrán que obtener la aprobación de los clérigos antes de llevar el caso a los tribunales.
En cuestión de herencias, sólo podrán aspirar a la mitad de lo que obtengan sus hermanos varones.
Con ello se revierten los avances obtenidos en 1959, cuando un grupo de militares seculares destronó a los británicos e incorporó a las leyes una interpretación más liberal, poniéndolas al frente de los avances feministas en el mundo árabe.
Las llamadas «elecciones libres han dado autoridad a los enemigos de las mujeres de este país, los mulás, para que escriban una Constitución que nos hará inferiores y prescindibles durante generaciones», declaro Yanar Mohammed, presidenta de la organización Mujeres por la Libertad en Irak.
El Comité que redacta la Carta Magna se encuentra integrado por 71 personas, de las cuales apenas nueve son mujeres. Una de ellas, Mariam Arayess, religiosa chií que busca convertir Irak en un gobierno islámico, declaró al New York Times sentirse satisfecha con el borrador que presentarán el primero de agosto.
Mariam al Rayyes ha indicado que el Islam será una «fuente importante» en la legislación de la nueva Constitución y en la religión del Estado. Se espera que la Asamblea Nacional, apruebe el texto antes de 15 días y posteriormente siete millones de copias impresas se distribuirán entre la población para que ratifiquen el referéndum.
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