El estado de Oaxaca ocupa el primer lugar de casos de VIH/SIDA en la zona sureste, con mil 908 enfermos detectados, aunque podría haber 481 seropositivos mas, informó hoy la directora del Consejo Estatal de Prevención y Control del SIDA (COESIDA), Gabriela Velásquez.
Entrevistada en esta ciudad, 453 kilómetros al sur del Distrito Federal, Velásquez explicó que el SIDA en mujeres se presentó en Oaxaca por primera vez en 1988, dos años después del primer caso de varones y su presencia es vinculada a razones culturales lo que aumenta el riesgo y la vulnerabilidad en las mujeres.
El panorama epidemiológico de VIH-SIDA en la entidad revela que mil 585 hombres y 323 mujeres han presentado este padecimiento en los anteriores 17 años, con un tasa de 52.09 casos por cada 100 mil habitantes, añadió.
Velásquez Rosas indicó que de acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca son los Valles Centrales, el Istmo y la Costa donde se han presentado cerca del 75 por ciento de los casos reportados entre 1986 y el 2002.
Las estadísticas revelan además que por ocupación son las amas de casa las que están en tercer lugar con mayor número de casos reportados con un total de 224, apenas por debajo de los artesanos y los agricultores, con 283 y 235 casos, respectivamente, precisó.
Respecto a la estigmatización de los enfermos, refirió que el 85 por ciento adquirió el VIH por vía sexual, mientras por factor de riesgo 21 por ciento son homosexuales, 23 por ciento bisexuales y 56 por ciento heterosexuales.
Otro de los aspectos epidemiológicos del VIH-SIDA en Oaxaca es el número de niños y niñas infectadas, principalmente lactantes (36) y en edad preescolar (7). La cifra disminuye hasta el grupo de edad de 10 a 14 años para incrementarse entre los 15 y 19 años.
Sin embargo, el grupo de edad con más presencia de VIH-SIDA es el de 20 a 49 años, tanto para hombres como mujeres.
VULNERABILIDAD FEMENINA
Lla jefa del Departamento de Capacitación y Difusión, de COESIDA, Pilar Nava Ramírez, dijo que las mujeres no tienen una clara conciencia de que están en riesgo debido en la mayoría de los casos a la ignorancia, la sumisión y la pasividad femenina en las relaciones sexuales.
Aunque los compañeros sexuales de las mujeres son mayores de edad y con mas experiencia sexual, con frecuencia ignoran las conductas de riesgo, además en el ámbito biológico se estima que la probabilidad de transmisión del VIH de hombre a mujer es ocho veces mayor que de mujer a hombre, alertó.
NO ME QUIERO MORIR
Hace cuatro años María perdió a su compañero de vida. Entonces supo que había muerto de SIDA y por indicaciones de su doctor se hizo la prueba. Hoy está en tratamiento permanente, «no me quiero morir».
Recuerda como Tavo empezó a perder de peso, a sufrir de escalofrío y fiebre casi diario, de un médico a otro, de su pueblo a la ciudad, le dijeron que tenía paludismo, infecciones estomacales hasta que lo tuvieron que hospitalizar y fue ahí, dos meses antes de morir cuando supieron que tenía SIDA.
«Creo que se murió de la depresión, de la pura tristeza», dice María, quien tiene SIDA y está sola en el mundo tras sufrir el rechazo de su familia. Las hermanas y los parientes de Tavo le decían «seguro que fue tu culpa, seguro tu lo infectaste», hasta que el doctor les dijo que no.
Pero ni así lo creyeron. «Hoy tengo que ver que hacer con mis tres hijos, pienso muchas cosas, estoy triste, sé que cuando me muera nadie va a ver por mis hijos», agrega María, quien señala que los niños tiene apenas 12, 10 y 5 años.
Yo no lo contagié, eso está claro, yo sólo fui una victima más, pero ya no lo puedo culpar, hoy tengo que cuidarme, porque yo no me quiero morir.
2003/SJ/MEL
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