El odio hacia las mujeres que luchan por su dignidad y libertad se manifiesta en los crímenes y desapariciones que sufre la población femenina en Ciudad Juárez, Chihuahua, aseguró hoy el autor de la novela La Frontera, donde denuncia los hechos que ocurren en esa localidad fronteriza desde 1993, Patrick Bard.
En conferencia de prensa realizada en las oficinas de la editorial Grijalvo; Patrick Bard, de nacionalidad francesa, periodista y fotógrafo, aseguró que las mujeres tienen que pagar un precio muy alto por su emancipación.
El autor, a raíz de su investigación periodística describe bajo la forma de novela esta dolorosa realidad y donde las autoridades gubernamentales, tanto del pasado como las que actualmente gobierna la entidad, no han hecho absolutamente nada para solucionar esta situación.
Bard, refirió que esta violencia afecta de manera directa a las mujeres, que a decir de él, han sido en su mayoría trabajadoras de la industria maquiladora instalada en esa franja fronteriza.
El problema, aseguró, es que para las autoridades esas mujeres –las obreras–, no existen, no tienen un valor, «eran simplemente mujeres que trabajaban. No existían para las autoridades. Sólo fueron reconocidas hasta que sus familiares y la sociedad civil organizada levantó la voz».
El periodista francés describió que miles de personas han llegado de todas partes del país para instalarse en esa zona fronteriza en busca de empleo. Llegan, se instalan en zonas marginadas, que carecen de toda clase de servicios.
En ese sentido, dijo que las compañías maquiladoras de las grandes firmas mundiales se aprovechan de una mano de obra barata y con ella crece la miseria, la prostitución, la violencia y la muerte.
Para el autor de la novela, a pesar de que se han llevado a cabo varias detenciones, ni la policía, ni la justicia, ni las asociaciones de familiares de las víctimas consiguen que se aclaren los homicidios y se consigne a los responsables.
Describió que la ola de asesinatos cada vez se vuelven más crueles y espectaculares, aparecen terriblemente mutilados, decapitados o sin órganos internos.
Así, concluyó el periodista, ahora no sólo la violencia está en Ciudad Juárez, sino se extiende a Tijuana y Chihuahua, «es muy difícil pensar que exista una única explicación de quienes son los que los cometen, habría que ver muchas líneas de investigación».
2004/RGL/BJ/SM
