La violencia constante de la que son objeto las mujeres en la sociedad contemporánea, cuenta en la gran mayoría de los casos con la complicidad de las autoridades que con tolerancia y prejuicios propicia la impunidad, afirmó hoy la vicepresidenta regional de la Internacional Socialista de Mujeres (ISM), Margarita Zapata.
La nieta del líder revolucionario Emiliano Zapata, dijo que por desgracia así ocurre en el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. «Es lamentable, pero para que el término feminicidio lograra su reconocimiento, fuimos las mujeres, las víctimas del crimen, las que pusimos las muertas, las que tuvimos que abrir los ojos de la sociedad».
Durante su participación en la Primera Reunión Regional de América Latina y el Caribe de la Internacional Socialista de Mujeres (ISM), definió que el «feminicidio» se refiere al asesinato misógino de mujeres por hombres.
«Es un acto criminal, de violencia sexual, donde entran en juego la desigualdad entre ambos y los factores económicos, políticos y sociales», puntualizó.
Cuando una sociedad comienza a vivir procesos de industrialización con empresas maquiladoras de capital externo y elevados niveles de explotación, cuando los traficantes de drogas circulan abiertamente con su mercancía, «el feminicidio debe ser analizado y entendido en vinculación directa con esos factores», abundó.
Zapata, mujer ex combatiente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua, advirtió que en diversos países, las autoridades han faltado a sus más elementales deberes, han actuado con negligencia y su corrupción se acerca demasiado a la complicidad.
Es evidente que ante el feminicidio que ocurre en el norte del país, nuestro gobierno es incapaz de ejercer el Estado de Derecho y de instrumentar las medidas jurídicas necesarias para defender los derechos humanos de las mujeres.
En Centroamérica, manifestó, en especial en Guatemala, Nicaragua y El Salvador, sacudida durante una décadas por guerras internas, esta patología es particularmente grave.
«Nos preocupa, nos duele y nos ofende la pasividad de las autoridades y la tardanza de los organismos multilaterales en atender las voces de las mujeres centroamericanas que protestan y se movilizan en su defensa», indicó.
A todos los partidos políticos de cualquier denominación o tendencia les dijo con toda claridad y respeto que ha llegado el momento de las definiciones porque hasta ahora, han incurrido en un escandaloso pecado por omisión.
2004/RGL/LR
