La representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Sandra Samaniego, exhortó hoy aquí a escuchar a los jóvenes, sus preocupaciones y esperanzas y a establecer leyes, políticas y programas que apoyen su bienestar, propicien su participación y les brinden adecuada protección.
Durante la ceremonia oficial para conmemorar el Día Mundial de la Población en Oaxaca, consideró que los retos en materia de salud reproductiva para los jóvenes son grandes, ya que todo lo que en ellos se haga ahora repercutirá más adelante.
Samaniego leyó un mensaje de la Thoraya Lamed Obaid, directora ejecutiva del UNFPA, en el cual pide a los líderes (gubernamentales) reflexionar sobre los derechos y necesidades de las y los jóvenes, que los apoyemos y colaboremos con ellos para que puedan plasmar sus sueños y tener una vida mejor.
La representante del UNFPA dijo que muchos jóvenes carecen de acceso la salud y educación con graves consecuencias, como el embarazo adolescente o el matrimonio temprano, «pero si los ayudamos a concluir su educación básica y aplazar el matrimonio es posible contribuir a quebrar el ciclo de mala salud, analfabetismo y pobreza».
Además indicó, es preciso intensificar las medidas para combatir la violencia, la explotación y el abuso, porque se ha demostrado que la educación sexual y reproductiva los ayuda adoptar decisiones responsables y saludables.
Antes, el director general de Población en Oaxaca, Pastor Hernández Santiago, dijo que más de un millón de oaxaqueños tienen entre 15 y 29 años de edad, 53 por ciento mujeres, y registran una escolaridad de apenas 7.1 años, unos 3.4 años menos que en el Distrito Federal.
Reveló que la pobreza es otro de los factores que afectan a los jóvenes oaxaqueños, al menos al 52 por ciento del total de esa población, sin embargo dijo que según la Encuesta Nacional de la Juventud, 70.5 por ciento de los jóvenes declara tener conocimiento del uso de métodos anticonceptivos.
De la población con vida sexual activa, cuya mayoría se concentra entre los 25 y 29 años, sólo 45 por ciento utiliza algún método anticonceptivo, de ahí que el embarazo adolescente sea una preocupación de primer orden no sólo por los riesgos que conlleva una fecundidad precoz para la salud, sino porque limita el desarrollo personal de las y los jóvenes.
Hernández Santiago añadió que los retos del país para este tercer milenio son el envejecimiento de la población y el rápido incremento de aquellos sectores en edad de trabajar, y habrá de reducir las diferencias en los indicadores poblacionales, de no ser así tendremos dos Méxicos, con patrones demográficos diferentes.
2003/SJ/MEL
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