A incluir el reconocimiento de la diversidad cultural en los principios constitucionales, y las particularidades socioculturales de los pueblos indígenas referentes al idioma, religión y culto, educación, medio ambiente y políticas de salud, llamó la doctora Mirta Roses.
Roses, directora de la Organización Panamericana de la Salud-Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS), participó en la mesa redonda Puntos de encuentro de la salud y la cultura e interculturalidad crítica, en el marco de la II Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos que se celebra en Cuenca, Ecuador, del 18 al 23 de julio.
La equidad, el desarrollo ecológicamente sostenible, la salud como un derecho humano fundamental y la paz son los ejes centrales de las reflexiones de esta Asamblea, así como la necesidad de respetar y apreciar la diversidad y la interculturalidad.
Este reconocimiento, manifestó Roses, además de contemplar el acceso universal a la atención en salud y la participación social de los pueblos, debe tomar en cuenta la medicina tradicional/indígena, a los terapeutas tradicionales/indígenas y la propiedad intelectual colectiva. Es decir, el derecho a la salud debe estar ligado al reconocimiento de la diversidad cultural, étnica y lingüística de los pueblos.
En esta II Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos, centenares de delegados de todo el mundo participan en discusiones, debates y reflexiones en torno a los problemas de salud de los pueblos; intercambian experiencias comunitarias y de redes de trabajo; presentan propuestas en talleres, foros y conferencias sobre los aspectos que influyen en la salud y bienestar de los pueblos, y coordinan acciones para fortalecer su capacidad para alcanzar la equidad y la vigencia de los derechos humanos/sociales.
En esta semana se desarrollarán diversos foros, conferencias, testimonios, páneles, seminarios, talleres, iniciativas artísticas, marchas y exposición de carteles.
En la mencionada mesa redonda, la doctora Roses sostuvo que la OPS, consciente de su obligación de responder a las demandas de estos pueblos, fue la gestora, junto con los representantes de los gobiernos, a comienzos de la década de los 90, de lo que ahora conocemos como Programa de Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas. El Plan Estratégico 2003-2007 de la OPS estableció temas prioritarios, países claves por sus necesidades de salud, y poblaciones prioritarias, entre las cuales los pueblos indígenas están específicamente identificados.
Finalmente, en su exposición asumió dos compromisos: por una parte, dar mayor impulso y visibilidad al Programa de Salud de los Pueblos Indígenas, mediante la formulación de un Plan Regional que fortalecerá la aplicación del derecho a la salud en un contexto de respeto y reconocimiento a la diversidad cultural y, con la experiencia de la OPS-OMS, avanzar en la conformación de una red de atención integral de la salud que genere una comunidad de práctica y estreche lazos, intercambie experiencias, promueva foros, identifique becas de estudio y liderazgo para jóvenes indígenas.
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