El 47.8 por ciento de las mujeres adictas que hay actualmente presentaron trastornos mentales previos al consumo de drogas, reveló la psicóloga Martha Romero del Instituto Nacional de Psquiatría en su conferencia magistral del día de hoy Hacia una Visión Holística para la prevención y Tratamiento de Mujeres Usuarias de Sustancias Psicoactivas.
Durante su participación en el 2° Foro de Mujeres y Adicciones organizado por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF), Romero señaló que la prevención acerca de las causas internas y externas a las mujeres es fundamental para evitar las adicciones.
«La prevención es un campo nuevo en el que se considera que la intervención terapéutica no es necesaria», mencionó, pero esto no es así ya que, por ejemplo, el 38 por ciento de las adictas presentaron conductas antisociales previas al consumo de sustancias psicoactivas como síntoma de que algo estaba mal.
Dijo que existen múltiples factores que inciden en el no tratamiento por parte de las mujeres entre las que se encuentran la vergüenza, el rechazo a necesitar ayuda, la desesperanza, el miedo a fallar o la influencia de sus parejas pero, dijo, es urgente «tratarse previamente a la adicción».
Sobretodo, manifestó la psicóloga, porque las consecuencias de las adicciones son mayores en las mujeres que en lo varones. Y mencionó como caso el de las hijas de padres alcohólicos que presentan mayor tendencia al alcoholismo y a los desequilibrios emocionales comparadas con los hijos varones.
En ese sentido comentó que existen factores biológicos que las hacen susceptibles a caer en la dependencia con más facilidad al menos en cuatro tipos de adicciones comprobadas; alcohol, marihuana, cocaína y nicotina.
«En tres cuartas partes de los casos las mujeres presentaron previa al consumo y adicción de sustancias psicoactivas conductas depresivas, contrario a lo que ocurre en el caso de los varones en donde primero se da la adicción y después la depresión», indicó.
El estrés, la sobre carga de roles, la soledad, el abandono y la presión social frente a ciertos esquemas de conducta o apariencia se convierten en detonantes que conducen a las mujeres a las adicciones, dijo Romero.
Frente a un nutrido auditorio, la también profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó como barreras de género para el tratamiento a las adicciones la falta de recursos o la lejanía de los servicios de salud.
Además, Romero alertó acerca del hecho de que las adicciones colocan a las mujeres en mayor condición de riesgo y de ser infectadas de VIH/Sida, dado que son vulnerables a la violencia sexual, específicamente.
Finalmente, Romero, investigadora nacional señaló que, a pesar de que la psicoterapia y la famarcoterapia son desconocidas en el tratamiento de adicciones se hace necesario invitar a las mujeres a que se traten cualquier desorden emocional, «deben saber que hay esfuerzos preventivos para cada fase, deben saber que hay gente en quién confiar», indicó.
2004/BJ/GV
