Dolor pélvico antes y durante la menstruación y coito doloroso son síntomas de endometriosis, padecimiento que representa la segunda enfermedad ginecológica más frecuente en México y que es causa de infertilidad en 90 por ciento de quienes la padecen. Afecta más a las mujeres de entre 25 y 35 años de edad.
El endometrio es el tejido que reviste internamente el útero y que se expulsa durante la menstruación, pero en ocasiones -por causas desconocidas- crece fuera de la cavidad uterina, dando lugar así a la endometriosis, afirma en boletín de prensa la Secretaría de Salud.
Gerardo Tinoco Jaramillo, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital General de Zona No. 2-A, Troncoso, dijo que la endometriosis no se puede prevenir, aunque existen algunos factores de riesgo que favorecen su presencia como la herencia y el aplazamiento del embarazo, conducta cada vez más frecuente entre las mujeres jóvenes.
Aunque no se conoce la causa, agregó, se le ha relacionado con una teoría llamada «menstruación retrógrada», situación común entre las mujeres que retardan embarazos, pues se dice que en cada periodo menstrual una parte del sangrado se va hacia el interior del útero; esto es, que hay tejido que no abandona el cuerpo con el flujo menstrual.
Al respecto, dijo que los restos del endometrio desplazados a la cavidad pélvica continúan respondiendo al ciclo menstrual como si estuvieran todavía en el útero, por lo que sangran mensualmente. Esta sangre, sin embargo, carece de una vía de evacuación, por lo que se forman quistes de crecimiento lento cuyo tamaño puede oscilar desde el de la cabeza de un alfiler hasta el de un durazno; la hinchazón de estas lesiones es la causante del dolor intenso.
Se estima que 20 por ciento de las mujeres tiene dificultad para concebir; de ellas, la mitad sufre endometriosis, indicó Tinoco Jaramillo, quien afirmó que, para confirmar el diagnóstico, además de verificar los síntomas clínicos es necesario realizar una laparoscopia.
Este procedimiento consiste en introducir por el ombligo un minisistema óptico -tan diminuto que mide un centímetro de diámetro- para observar las lesiones y características de la endometriosis y determinar el tratamiento a seguir.
Según dijo, el tratamiento depende del grado de avance de la endometriosis, la edad y las características de cada mujer; en términos generales, cuando la lesión es mínima o leve, el manejo es farmacológico; cuando es moderada o severa, requiere de cirugía laparoscópica para destruir el tejido.
En algunos casos se manejan ambos tratamientos. Cuando existe la formación de quistes muy grandes es necesario extirparlos, o incluso hasta quitar la matriz, cuando las mujeres han decidido no tener más hijos o están próximas a la menopausia, concluyó.
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