Desde hace dos años la Asociación de Solidaridad de Mujeres Africanas en Ginebra informan y organizan a sus compatriotas inmigrantes, portadoras de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/Sida), sobre sus derechos humanos.
La asociación tiene como propósito sacar de su aislamiento a las migrantes africanas y ofrecerles un apoyo adecuado durante el periodo de la enfermedad así como y crear una red de ayuda en la que también participen los familiares en el país de origen, informó la agencia Canal Solidario.
Por otro lado, en Francia una mujer ruandesa desde hace seis años fundó un centro de ayuda para promover los vínculos entre las personas contagiadas de VIH/Sida procedentes de países en desarrollo.
Desde entonces, decenas de seropositivas se reúnen en las instalaciones de la organización Ikambere, comparten sus preocupaciones, reciben apoyo práctico y social y obtienen ayuda para sobreponerse a sus dudas y a su sensación de aislamiento.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 87 millones de mujeres en todo el mundo son emigrantes, vulnerables a la «explotación y abusos físicos y sexuales, a la violación de sus derechos humanos, a daños en su salud mental y, a menudo, a contraer enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH».
Para la Organización Internacional para las Migraciones y el Programa de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA), una de las máximas preocupaciones es que las mujeres inmigrantes sean víctimas de redes de explotación sexual, lo que significa una mayor vulnerabilidad ante el VIH/Sida.
«Los hombres y las mujeres que emigran no constituyen de por sí un factor de riesgo en la transmisión del VIH/Sida, son más bien las situaciones a las que tienen que hacer frente durante el proceso de cambio de residencia, en particular la pobreza, la explotación y la separación de sus familias y cónyuges, las que los hacen que sean particularmente vulnerables», señaló la directora general adjunta de la OIM, Ndioro Ndiaye.
De ahí la necesidad de poner en marcha campañas de información y sensibilización, tanto en los países de origen de las personas inmigradas como en los lugares de llegada.
En algunos países como Bosnia, Herzegovina y Nigeria, la OIM, ONUSIDA y entidades sociales locales tienen en marcha iniciativas para informar a mujeres y hombres que desean emigrar.
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