Investigadores del Centro de Apoyo para las Trabajadoras de Casa Particular (Centracap), pidieron al Congreso que apruebe la ley que ampare los derechos humanos y laborales de la trabajadoras, quienes son constantemente discriminadas y acosadas.
Durante la presentación de una investigación al respecto del Centracap, Martiza Velásquez, precisó que diversas instituciones promovieron desde 1999 un ordenamiento que proteja a las trabajadoras de la explotación, maltrato físico y pérdida de su cultura y valores.
Se debe establecer, dijo, un salario mínimo de mil quetzales mensuales para las trabajadoras de casa particular y su inclusión al Seguro Social, además de que se deben tipificar las violaciones a sus derechos humanos, la falta de atención sanitaria pre y postnatal y el acoso sexual.
La mayoría de trabajadoras son indígenas; los contratantes les exigen que no utilicen el traje típico y las obligan a vestir un uniforme, situación que causa un choque de identidad y cultura para ellas, señaló Velásquez.
De acuerdo con la investigación del Centracap, el 46 por ciento de las trabajadoras consultadas, laboran 14 horas y como la mayoría de ellas desconoce sus derechos, son invariablemente explotadas al aceptar los términos del empleador.
En cuanto a los salarios, el informe estableció que fluctúan entre 200 y mil 500 quetzales. Sólo el 8 por ciento recibe más de mil y el 66 por ciento menos de 500 quetzales mensuales.
2004/LR/SM