Diputadas federales, integrantes de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, y que en estos momentos discuten la Ley de Egresos para el 2002, calificaron como «una burla» para la población el incremento de 5.78 por ciento al salario mínimo, y destacaron que la mujer trabajadora será la más afectada con la medida.
La diputada federal por el PRI y secretaria de la mesa directiva de la Comisión de Equidad y Género, Olga Haydeé Flores Velázquez, consideró el incremento al minisalario como el más bajo en 30 años, el cual repercutirá negativamente en el 38 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), que gana hasta menos de un salario mínimo diario –más de seis millones de habitantes, en su gran mayoría mujeres.
«La situación será mucho más difícil para las mujeres que son jefas de familia, y no sólo para ellas sino también para el núcleo familiar del que son responsables. En México, cerca de tres de cada cinco hogares son encabezados por mujeres. El problema es grave, las organizaciones sindicales ya hablan de un paro nacional, pero yo creo que en estos momentos lo importante es que exista prudencia para dialogar», advirtió.
Demandó que el presidente Vicente Fox tome medidas emergentes para fortalecer el salario, la generación de empleos y el mantenimiento de la planta productiva, «aspectos que serán fundamentales en el 2002».
Por su parte, la diputada federal por el PRD y también integrante de la mesa directiva de la Comisión de Equidad y Género, María de los Angeles Sánchez Lira, afirmó: «aunque se dice que el aumento es mayor en comparación a otros años, considero que es insuficiente porque no está de acuerdo con la inflación, además de que el grueso de la población depende de ese ingreso. Este incremento al salario mínimo no alcanza ni para el pasaje hacia el centro de trabajo».
Explicó que ante este nuevo golpe que agrede severamente a la mujer trabajadora, «una solución para mejorar su economía, es en estos momentos riesgosa y utópica mientras no se logre un acuerdo legislativo sobre la reforma fiscal y el presupuesto, que nos permita definir el impacto hacia la población femenina».
«Lo que nos corresponde como Comisión de Equidad y Género ante esta situación, es rescatar e impulsar el gasto social en los rubros de género, porque así se beneficiaría directamente a las mujeres que son jefas de familia, por ejemplo, en los casos de salud reproductiva y atención del cáncer cérvico uterino», acotó la legisladora perredista.
Agregó que en el entendido de que todos los temas son importantes, «la comisión a la que pertenesco, aunque defiende la postura de que se otorgue el presupuesto de una perspectiva de género, busca equilibrar los montos que irán al gasto social en relación con el incremento de 5.78 por ciento al salario mínimo».
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