Una clínica de la mujer podría ser impensable para muchas personas, para muchos médicos, incluso para muchos gobiernos. Pero para algunas mujeres es un asunto de vida. Mina Fernández Pichardo tiene una visión diferente de este proyecto y asegura que el reto más importante de Reto Grupo Oaxaca es alcanzar ese objetivo.
Por un lado, dice en entrevista, hemos visto la necesidad de un espacio sólo para la atención de la salud de las mujeres, un espacio donde se les trate con dignidad, donde se les entienda y no se enfrenten a médicos que se han deshumanizado con su tarea, pero que sobre todo no se les discrimine por ser mujeres o por indígenas.
Ese es el objetivo de la clínica de la mujer, es un proyecto ambicioso pero que pretendemos hacer realidad en poco tiempo, porque así lo están demandando las propias mujeres y el lamentable incremento de casos de cáncer de mama o cérvico uterino.
«Qué más quisiéramos abrirla hoy mismo, para atender a las mujeres que enfrentan en medio de muchas dudas y a veces sin dinero sus problemas de cáncer de mama, de la matriz o enfermedades tan complejas como la osteoporosis y muchas otras que las mujeres estamos enfrentando».
Es la visión de una mujer que ha servido siempre a otras mujeres. Mina Fernández, quien concluyó su carrera de Periodismo y dejó su beca en la Complutense de Madrid en los años 70, para integrarse al quehacer político como dirigente femenil del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El día completo es un ir y venir para ella. Todo lo lleva en su agenda. Todo lo cumple. «Trato de no dejar cosas pendientes, porque mi mayor pendiente en la vida es mi propia vida y la de mi hija María Fernanda», dice con una enorme satisfacción en sus ojos de tono gris-azules.
Por eso, cuando uno la conoce y cuando afirma que se ha echado a cuestas «el enorme compromiso de construir y ver que funcione una clínica para mujeres», nadie lo duda.
Y no es por gusto –explica- que hemos pensado en construir esta clínica, es porque estamos viendo que el sector salud no se da abasto, porque hay deshumanización en los médicos y porque se incrementa el sufrimiento de las mujeres que ante el cáncer están más vulnerables y quizá solas, porque sus parejas «prácticamente huyen» ante las fatales posibilidades, pero no siempre pasa eso, hay casos de excepción.
Para mi el cáncer de mama fue como tener gripa o una apendicitis. No porque tuviera las posibilidades económicas de recibir atención médica, sino porque tenía lo más importante a mi alrededor que era el afecto de mi familia, de mi pareja y de mi hija.
Por ello creo que necesitamos que la atención a quienes se enfrentan a estas enfermedades sea integral, que se involucre la familia, las y los hijos y, de ser posible, la pareja.
Mina añade que el proyecto esta visto desde las mujeres que «hemos sufrido un cáncer», por eso planeamos equiparlo con lo que es necesario como el mastógrafo, los laboratorios de citología para papanicolau, los colposcopios, las áreas de quimioterapia, las salas de capacitación y por supuesto jardines, «siempre las áreas verdes nos permiten ver las cosas de otra manera».
Es un proyecto ambicioso, reconoce, pero que asegura lo merecen las mujeres de Oaxaca, más aún cuando las cifras de cáncer de mama, cerviz ó enfermas por osteoporosis nos muestran que lo necesitamos.
Luego, sus ojos se iluminan cuando afirma que «ya tenemos el terreno», una donación hecha por el actual gobierno municipal al Grupo Reto. Estamos avanzando. El proyecto de la clínica lo hará la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, a cargo de la arquitecta Telma Neri.
El proyecto es grande, pero estamos buscando la participación del gobierno federal, del gobierno estatal y el resto será por nuestra cuenta.
En esta «cuenta» –explica- debemos estar la sociedad, son tiempos nuevos para el país y no podemos esperar todo del gobierno, por ello haremos diversas actividades para recaudar fondos que nos lleven a construir esa clínica que necesitamos las mujeres de Oaxaca y donde seguramente tendremos la solidaridad de muchas otras mujeres y hombres afortunados con la vida, que habrán de poner su talento y dedicación.
A veces los sueños son muy grandes, pero quiero recordar que hace siete años empezamos con el Grupo Reto en Oaxaca y empezamos de la nada, tan sólo en los dos últimos años brindaron apoyo para quimioterapia, radioterapias, medicamentos y terapias a unas 400 mujeres.
Sus tres deberes
Venciendo los retos impuestos por el destino, «la señora Mina» como la conocen, ha hecho más política, menos periodismo y mucho altruismo. A cada una de sus actividades las define de manera distinta, pero con cada una tiene un serio compromiso.
El periodismo es mi pasión, aquí nací y crecí, rodeada de este mecanismo de engranajes, de tipos, de tintas que se pegan al cuerpo, dice mientras observa por la pequeña ventana de su oficina al resto del periódico El Imparcial, donde cumple funciones específicas todos los días.
La política que no le gusta a muchos es una actividad noble cuando se sabe cumplir con nobleza. Yo creo en esa corriente que dice que el quehacer político se hace con dignidad porque de esa manera la política eleva el espíritu.
Actualmente es suplente del senador Sadot Sánchez Carreño y asegura que con su partido es crítica pero también soy leal a sus principios. Estamos en proceso de transformación, a veces no nos gusta lo que sucede, pero estamos caminando.
El altruismo, es una vocación, apunta la entrevistada quien agrega que pocas personas hacen cosas sin recibir nada a cambio. Inviertes tiempo, dedicación, te casas con los proyectos. «Pero decir nada a cambio es finalmente un engaño, porque el altruismo te da muchas satisfacciones, desde una sonrisa a un simple gracias, por eso estamos ahí, para acompañar a las mujeres en sus procesos», dice refiriéndose al Grupo Reto, del que es presidenta.
2004/SJ/LR
