Oaxaca, Oax.- Lorena Guadalupe Mendoza Pérez denunció dos veces a su esposo, Ulises M.G, por violencia familiar, pero las pruebas de los golpes y la violación que él ejerció contra ella no fueron suficientes para que las autoridades del Estado de México y de Oaxaca (donde denunció) lo sentenciaran.
En cambio, las autoridades del Juzgado Tercero de lo Familiar en Naucalpan de Juárez, también en el Edomex, determinaron el 30 de mayo de 2019 dar a la madre de Ulises (que viven con él), la guarda y custodia provisional de las dos hijas de Lorena, una de 10 y otra de 11 años de edad.
A pesar de que esa determinación judicial establece que las niñas convivan con su madre en un Centro de Convivencia, Lorena asegura que desde hace siete meses ha visto muy pocas veces a sus hijas.
Violencia familiar, el antecedente
El infierno de Lorena se recrudeció en diciembre de 2018 luego de que Ulises la golpeara en su hogar, ubicado en la Ciudad de México. Sus dos hijas presenciaron los hechos.
“Inmediatamente viajé a Oaxaca en donde levanté mi denuncia. Hasta ese entonces había sido víctima de múltiples violaciones de parte de él hacia mi persona, ya que él argumentaba que mientras yo fuera su esposa podría hacerlo cuando él quisiera”, relató Lorena en una carta pública.
Ulises tiene dos denuncias por violencia familiar. Ambas fueron presentadas en el Juzgado Séptimo en Naucalpan de Juárez; además, tiene una denuncia de hechos interpuesta en el Centro del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), Oaxaca, donde Lorena buscó refugio en diciembre de 2018.
En una de esas denuncias, Lorena relató que Ulises intentó entrar a la fuerza a su recámara para violarla.
“Al negarme a tal abuso, (Ulises) estrelló mi computadora, mi teléfono, un vaso de vidrio y después me tiró al piso, lesionándome con los vidrios rotos. Me provocó una cortada en la rodilla y múltiples moretones, razón por la cual asistí al Hospital Central Militar para que me dieran un acta de lesiones y después decidí denunciarlo nuevamente”, detalló Lorena.
Hasta ahora no hay avances en la investigación de estas agresiones.
Pelea por la custodia
A la par de estos hechos, Lorena y Ulises iniciaron un juicio por divorcio, guarda, custodia, pensión alimenticia, compensación y violencia intrafamiliar en el Juzgado Tercero de lo Familiar en Naucalpan de Juárez, Edomex.
El 29 de mayo, la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género en Naucalpan emitió una medida de protección (de la que Cimacnoticias tiene una copia) en contra de Lorena y a favor de Ulises, su madre y las niñas.
Un día después, el 30 de mayo de 2019, las autoridades del juzgado confirmaron la medida de protección y determinaron otorgar la guarda y custodia provisional de las niñas a la mamá de Ulises, que habita con él.
De acuerdo con Lorena, la determinación judicial fue “de la manera más tramposa y arbitraria que pueda existir, sin elementos suficientemente contundentes, sin las pruebas psicológicas necesarias para determinar que yo soy un peligro para mis hijas y que no puedo acercarme a ellas más que en un Centro de Convivencia ubicado en Ecatepec, Estado de México”.
Actualmente, las niñas permanecen bajo la tutela de la madre de Ulises, a quien Lorena considera incapaz de cuidar y defenderlas en caso de una situación de violencia, ya que en el pasado solapó otras agresiones.
Lorena también teme por su vida y asegura que recibió amenazas por parte de Ulises, quien se desempeña como militar.
“Hay casos recientes en donde han matado a mujeres por defender su derecho. No quiero ser una de ellas, sólo por la omisión de las que se dicen ser nuestras “autoridades” (…) A través de este escrito quiero decir una vez más que lo responsabilizo a él de cualquier cosa que me pase a mí o a mi familia, incluyendo a mis hijas”, declaró la mujer en su carta.
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