Puebla, Pue. Un marea morada y verde inundó el 8 de marzo el zócalo de la ciudad de Puebla, para exigir un freno a la violencia feminicida, así como la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.
Contigentes de feministas y no feministas salieron de dos puntos de Puebla: el mercado Hidalgo, al norte de la ciudad, y la Fiscalía General de Justicia, en zona céntrica, para reunirse en el zócalo.
Momentos antes de la marcha, Natalí Hernández, de Cafis, dijo que la partida desde Fiscalía es para recordar la ignominia del Estado frente a la violencia contra las mujeres, ya que de enero a septiembre de 2019 Puebla ocupó el tercer lugar en acoso sexual.
El discurso era interrumpido por gritos de «justicia, justicia».
Natalí continuó afirmando que en los delitos de violación equiparada y simple, la entidad ocupa el séptimo lugar, con 780 carpetas de investigación.
Los gritos de «Justicia, justicia» regresaron
La directora de Cafis recordó que desde la Fiscalía se ha minimizado la desaparición de mujeres, ya que se hace esperar hasta 72 horas para levantar las denuncias, bajo argumentos como «se fue con el novio».
Las voces de cientos de mujeres, que para ese momento se congregaron en Fiscalía, sonaron: «Asesinos, asesinos».
«A nosotras nos faltan 460 mujeres, desde 2013 a 2019. Nos indigna la impunidad que han tenido que enfrentar (…)
Regresaremos las veces que sea necesario para levantar la voz por las que ya no están», continuó Natalí Hernández.
Las manifestantes respondieron: «No están solas, no están solas».
Después del discurso, las mujeres arrojaron globos llenos de pintura roja e hicieron pintas en el edificio, para luego encaminarse hacia el zócalo correando condignas como «Asesinos, asesinos» y «El estado opresor es un macho violador».
Al inicio del contingente se congregaron las familias de mujeres asesinadas y desaparecidas, después mujeres con discapacidad o con hijas e hijos, luego la batucada feminista y una mojiganga, después mujeres y al final los hombres.
Durante el recorrido hubo al menos dos confrontaciones: con un agente de tránsito, debido a las pintas que se hicieron en una estación de metrobús, y otra con fotógrafos por su insistencia en tomar imágenes de las mujeres pintando.
Al momento de arribar al zócalo, las manifestantes pedían al público en general: «señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente».
En el templente las organizadoras dieron la bienvenida a todas las mujeres que decidieron marchar. Gabriela Cortés, de El Taller, dijo que no hay que luchar entre nosotras, sino que hay que luchar contra el patriarcado.
Después se leyó el pronunciamiento de las organizadoras, donde se destacó la falta de acciones claras por parte del gobierno de Luis Miguel Barbosa para frenar la violencia de género. También hubo un reclamo contra el congreso del estado por nombrar a Gilberto Higuera como Fiscal general, aún cuando su actuación ante el feminicidio y desapariciones no ha sido eficiente.
También pidieron a la Secretaría de Educación Pública y las universidades, tanto públicas como privadas, actuar ante la violencia sexual y discriminación contra las estudiantes por parte de compañeros, docentes y administrativos.
Para cerrar el evento hubo un festival cultural, donde hubo música, poesía, talleres, danza aérea y performance.
20/SPG/LGL