Debido a que el cambio climático dejó de ser un tema ambiental para convertirse en uno social, representantes de diversas organizaciones se reunieron hoy para trazar la ruta a seguir rumbo a la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16) a realizarse en México a finales de este año.
En el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, activistas y organizaciones que trabajan temas de género y medio ambiente, reforestación, energías renovables, bienes comunes, agricultura, seguridad alimentaria y comercio, coincidieron en la necesidad de fortalecer una agenda del cambio climático.
El cambio climático, es un problema que afecta a toda la sociedad de forma diferenciada y debe ser prioridad para México, debido en gran parte a que a finales de 2010 Cancún, será la sede de la COP-16.
Jorge Villareal, de la Fundación Heinrich Bölll e Hilda Salazar de la organización Mujer y Medio Ambiente coordinaron el intercambio de información, donde uno de los resultados fue calificar como insuficiente el resultado de la COP-15 realizada en diciembre pasado en la capital danesa, Copenhague.
Por su parte Raúl Benet de la organización Oxfam México, Susana Cruichshank de Greenpeace y Sandra Guzmán del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) hablaron del papel de la sociedad civil que demostró su poder de convocatoria en Dinamarca, sin embargo, señalaron, aún hacen falta estrategias claras.
MÉXICO: UNA POSICIÓN MEDIÁTICA
México ha promovido sus acciones en materia de mitigación y adaptación del cambio climático. No obstante para las organizaciones esto sólo significa una posición mediática debido a que aunque se cuenta con una Estrategia Nacional para el Cambio Climático, no se ha puesto en marcha.
Ante este panorama los activistas hicieron énfasis en que los retos y oportunidades de las organizaciones civiles para el 2010 son muchos, por lo cual está será la primera de una serie de reuniones encaminadas a construir un escenario en que todos los actores pueden influir.
Los enfoques diferentes no deben ser impedimento para una estrategia común, por el contrario, deben integrar una redirección de las negociaciones, a fin de obtener un acuerdo equitativo, ambición y jurídicamente vinculante en materia de cambio climático y emisión de gases de efecto invernadero, concluyeron.
10/AGM/LR/LGL