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La política, espacio de hombres donde incursionan mujeres

La política en México sigue siendo de los varones, «yo he tenido que despojarme de mi identidad de mujer para entrar a este mundo de machos para poder sobrevivir. El comportamiento, el «sesgo» de hombre, a cada rato lo saco, porque si no, no vales», señala la senadora del Partido de Revolucionario Institucional (PRI) María Elena Orantes.

En entrevista con Cimacnoticias, la legisladora hace un recuento de cómo ha sido su lucha al interior de la política mexicana en sus 15 años de trayectoria profesional. Ella asegura que las mujeres en política han dado un gran paso, «pero los espacios siguen vacíos».

Nos ponen, dice,en los primeros lugares de las bancas del senado para que se vean que sí hay mujeres; En la primera fila, Rosario Green, en la quinta María de los Ángeles Moreno, en la tercera Amira Griselda Gómez Tuene; en la segunda Carmen Guadalupe Fong Sáenz, y yo, y ya. De 23 senadoras y senadores de la fracción priistas, sólo cinco y 18 hombres. ¡Qué bonito sería si transformáramos el discurso de equidad, en igualdad de condiciones para un hombre y una mujer!

— ¿A qué se refiere cuando dice que tienes que despojarse de ser mujer?

— Que las mujeres, en todos los ámbitos, no estamos en una competencia legítima, en el aspecto laboral, por ejemplo, pero yo quiero hablarte en el aspecto político. Para mí desarrollar mis temas cuando son técnicos, es muy difícil entablar una conversación con tantos varones, y hacerle ver la importancia de cierto tema.

Cuando yo me inicié, hacia mi trabajo con mucha pasión y dedicación y no usaba las groserías, porque no es parte de mi vocabulario. Pero fui aprendiendo en la práctica que hacer uso de éstas era el ejercicio de poder, plantarse ante el más fuerte, incluso una palabra en tono alto hace que te respetaran más».

Por ejemplo, yo antes decía, «señor presidente, buenas tardes, me encanta que su familia esté bien, y bla bla…» y no me hacía caso, pero un día le dije a un amigo, oye ¿cómo le haces tú para que los presidente tenga su cuenta pública lista, porque los míos no me hacen caso, y entonces él llamó a su secretaria y le dijo ante los alcaldes «señorita quiénes de estos cabrones no han entregado su cuenta pública». Y dirigiéndose a ellos, mi amigo dijo «oyes, presidente, te doy 10 días para que traigas tu cuenta pública, si no te chingo».

«Y entonces aprendí a decir ‘te chingo’, y ahora lo hago muy bien. Este tipo de patrones de cultura y forma de vocablos que le identifican a un hombre de una mujer, explica, «son cosas que he aprendido de los hombres, lo he tenido que aprender en la marcha de los roles que he tenido que desempeñar y sacar carácter ante situaciones. Me ha permitido ver las cosas más frías, más objetivas. Todo eso he aprendido en un mundo masculino».

María Elena Orantes describe cómo el tema de violencia familiar es recurrente, de discurso, pero muy difícil de entender, porque implica patrones de conductas, y entonces cuando te expresas y no te hacen caso, primero lo puedes decir tú a título propio, a diputados y senadores.

DESIGUALDAD EN LA CÁMARA ALTA

Para la senadora, la lucha de las mujeres empieza con el sufragio femenino, en 1953, pero no es allí cuando avanzan. «Seguíamos siendo adornos, más el patrocinio político de decir es que ya hay mujeres, pero tuvieron que pasar dos décadas, para que empezaran a participar».

Y mira qué cosas, agrega, a las mujeres le dan la oportunidad de subir a tribuna en las peores condiciones sociales, es decir, cuando hayconflictos serios.

Explica cómo el avance de las mujeres en México se desarrolla en medio de las desigualdades entre hombres y mujeres. Y es precisamente eso, lo que significa el avance. Aprender a comprender y no esperar a que ellos nos comprendan a nosotras.

«Esa situación nos hace entrar en un nivel de igualdad y nos permite entonces hablar al tú por tú, y nos permite exigir que los espacios sean equitativos pero lo que te digo es que falta el atrevimiento de quienes vienen atrás de mí».

La senadora Orantes reconoce que llegar a la Cámara Alta le costó. «Me costó mucho aprender, y es arriesgado decidir, subir al barco a alguien, que en lo que aprende, puesvamos a tardar en tener una cámara equitativa».

En buena parte, añade, la inexperiencia es una razón que complica la llegada de las mujeres a terrenos políticos, pero la cuestión es atreverse. «Yo me considero muy atrevida, muy segura de mí, creo que ha sido mi éxito. En todas mis campañas, sobre todo la ultima que fue la que más costó, siempre supe que podía, pero además podía con mucho, porque me tocó competir en un proceso electoral connada de experiencia, lo reconozco.»

LUCHADORA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

A La Nena Orantes, como se le conoce en Chiapas, le tocó competir con gente grande, de «niveles» dice. Por ejemplos políticas y políticos –la lista era de 17 aspirantes–, ex senadoras y ex senadores, lideresas, ex residentes del partido, ex diputados federales, varios colegas, y todos ellos podían, pero había una gran diferencia, yo no sabía si podía o no, yo quería, y esa fue la gran diferencia, entre querer y poder, y eso es lo que ha dejado mi enseñanza en estos años.

En plática sostenida en una de sus visitas a su natal estado, la senadora asegura que la política le enseñó a madurar, «me ha convertido en un ser humano más sensible, y he podido entender lo más valioso, el género de la mujer, y volverme una férrea defensora de sus derecho humanos».

Pero aclara, «pero no cayendo en un extremo feminista, sino simple y sencillamente tratando de hacer que sobre la marcha puedan haber más atrevidas como yo, y puedan haber más mujeres en los espacios con quienes puedan compartir las experiencias y hacerles ver a los hombres que tenemos muchas cosas que hacer juntos, hombres y mujeres».

Y son las mujeres, quienes desde la tribuna toman y retoman los temas de sus iguales, porque se ha comprobado, enfatiza, que estos interesan a los senadores varones, y es cuando dan permiso a las mujeres para subir a tribuna.

Precisamente, agrega, porque son temas considerados sin importancia, son minimizados, y considero que son los más importantes, y las pocas senadoras asumimos el compromiso cuando pasamos a tribuna al comprender la gran importancia que tienen los temas en la sociedad.

En este sentido, la senadora recuerda que en su pasopor la LX Legislatura local (1998-2001) se trató de desaparecer la Comisión de Atención a la Mujer y la Niñez, por la Comisión de Equidad y Género, lo que logró, pero sin desaparecer la otra.

En Chiapas, «cuando fui diputada, nadie quería pertenecer a la Comisión de la Mujer, y de alguna manera era el rechazo de violencia a un trabajo que muchas mujeres impulsaron. Y te hablo de facetas, de este mundo de hombres.

La senadora por Chiapas en la tribuna ha abordado temas como: impacto ambiental y las enfermedades por los efectos del plomo, trabajo doméstico, al que debe ser protegido por las leyes al momento de una negociación, y de la repartición de bienes cuando hay divorcio porque ella es la que barre, plancha, lava y cuida a las hijas y a los hijos.

Asimismo ha impulsado la ley LGVLVM, mujeres migrantes, el tema de abuso sexual, maltrato infantil, muerte materna, entre otros.

FAMILIA, SU PRIORIDAD EN LA VIDA

Me gusta ser mamá, pero me gusta también ser política, y disfruto mucho el privilegio de ser senadora, señala la política chiapaneca. En el aspecto laboral organizo mis tiempos de las 10 de la mañana hasta las 17:00 horas para estar toda la tarde en mi casa y eso me ha ayudado mucho en mi vida matrimonial.

Saben de mis tiempos de «señora de mi casa» aunque hay excepciones. Lo único que me hace despojarme de ser senadora, es ser mamá y mujer, porque si me hablan mis hijas, aunque esté en la reunión más importante del planeta, respondo porque mi familia es una prioridad.

De su paso por la vida política, dice: «La vida me ha dado oportunidades en lo público, pero lo tengocompletamente claro que son de ratitos, y que son ajenas, que son rentables, y la otra es mi responsabilidad, mi compromiso, mis afectos y mis prioridades, mi familia.

La senadora es madre de Elena, su clon, dice, de 2 años y medio, «ella entró en mi vientre, cuando gané, y tendrá 6 años cuando salgadel Senado, y María Fernanda, adolescente de 16 años.

Originaria del municipio de Tapilula, la senadora por Chiapas, Orantes López, nació el 24 de julio de 1968. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, Maestra en Administración Pública y Políticas Públicas y Doctora en Ciencias de la Administración, todo por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Ha sido Consejera Política Municipal y Estatal del PRI en Chiapas, coordinadora de Comunicación Social del Congreso local y coordinadora de la Mujer del Gobierno del estado.

Incursiona en la política como Coordinadora de la mujer (1988) que ha sido Diputada local, (|1998/2000) diputada federal por la LIX Legislatura (2003-2006), y senadora por el estado de Chiapas, en la LX legislatura, periodo 2006-2012.

Actualmente es Secretaria de la Comisión de Equidad y Género, Secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores Organizaciones o Gubernamentales, Integrante de las Comisiones Bicameral de Concordia y Pacificación y Medio ambiente Recursos Naturales y Pesca.

Y como todos los días, vistiendo su atuendo de madre, abandona su casa, camina en sandalias rumbo a su vehículo con su bolsa de cosméticos, e inicia su transformación de la mujer madre, ama de casa, a la mujer política.

Sube a su coche, se sienta en la parte trasera, se quita las sandalias y las suple por las zapatillas. Saca su maquillaje, calcula en el espejo e inicia el ritual diario.

Ha comenzado la transformación. Y en el transcurso de su viaje, se cambia. Peinado de cola, en ocasiones, o cabello suelto, baja de su vehículo, el toque final, se coloca el saco y una hermosa mascada que le dan su propia identidad femenina, aunque el lenguaje florido sea su defensa ante los hombres que mayoritariamente avasallan en el Senado.

Los números fríos y realistas dan cuenta de que la política sigue siendo un asunto de hombres. El Senado de la República está compuesto en total por 127 senadores, de los cuales 80.5 por ciento son hombres y 19 por ciento de mujeres, de éstas 11 son del PAN, 6 (PRD) 5 del PRI, 1 del EL PT, 1 PVEM Y 1 independiente.

09/CR/LAG /GG

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