El 60 por ciento de los mil millones de pobres que hay en el mundo son mujeres, destaca un estudio de Oxfam Internacional.
Los procesos de reestructuración, como los programas de ajuste estructural y apertura comercial impuestos a los países pobres por organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han incidido en el crecimiento de la pobreza, asegura.
El informe «Trabajo de Muchas, Ganancia de Pocos», evidencia que entre mujeres y hombres existen brechas significativas en el acceso a recursos productivos y en varios indicadores sociales; la tesis fundamental es que la pobreza de las mujeres está determinada, no sólo por las relaciones económicas o de clase social, sino por las de género.
Existen diferencias en la forma de inserción de hombres y mujeres en el mercado de trabajo, que en su mayoría funcionan en detrimento de las últimas, lo que se conoce como discriminación de género, es decir, el trato desigual dado a las personas en razón de las valoraciones e interpretaciones sociales asignadas a su sexo, sostiene la investigación.
Las mujeres necesitan un nivel de escolaridad significativo superior al de los hombres para acceder a las mismas oportunidades de empleo; cuatro años más para poder obtener el mismo ingreso y dos más, en promedio, para adquirir oportunidades similares para ocupar un trabajo formal, concluye el estudio de Oxfam.
2004/GV/SM