El ex diputado federal priísta, Élmar Darinel Díaz Solórzano fue enviado al Centro de Reinserción Social número 8, en el municipio de Villaflores, luego de que el juez tercero de lo Penal giró la orden de aprehensión en su contra, como probable responsable del delito de homicidio calificado, en agravio de su esposa, Tatiana Trujillo Rodríguez.
Luego de permanecer arraigado casi por dos semanas, Díaz Solórzano fue trasladado a prisión, una vez que la justicia chiapaneca «reunía» más pruebas para responsabilizarlo del asesinato de su esposa.
Para la familia de la víctima, él «ya debería estar en la cárcel, pues por el solo hecho de darse a la fuga durante tres meses, acumuló su delito, burlándose de la autoridad, debió haberse entregado y aceptando su culpabilidad» sostuvo Baldemar Trujillo, padre de Tatiana de 30 años de edad,
En la reconstrucción de los hechos, y la propia actuación del ex legislador, que al momento del asesinato era candidato local a una diputación por el Partido Revolucionario Institucional, lo señalan como responsable de la muerte de Tatiana.
Existe además una persona que atestiguó la forma en que el día del asesinato, Élmar Darinel le propinaba una de las frecuentes golpizas a Tatiana, quien al momento de huir en busca de ayuda, recibió el disparo que acabó con su vida. Tatiana era madre de tres menores, y fue la compañera del ex legislador durante 6 años.
EN CHIAPAS, VALE MÁS UNA VACA
«Nuestro código penal de Chiapas es discriminatorio, fue creado por legisladores provenientes de elecciones con los métodos tradicionales de corrupción. En dicho código, se le da más valor a la vida de una vaca que a la de una mujer», sostiene el padre de la víctima.
En caso de homicidio de una mujer, el hombre alcanza de 3 días a 7 años de prisión, mientras que un abigeo (roba vacas) es condenado hasta con 12 años, es así que en Chiapas está institucionalizada la violencia hacia las mujeres, argumentó el padre de Tatiana en una misiva de protesta por la dilación de la justicia chiapaneca en este feminicidio.
«Mi hija fue víctima de la prepotencia machista del que la mató, a pesar de que Ocosingo no está contemplado como municipio violento contra las mujeres» señaló Baldemar.
Además de las severas críticas hacia la Procuraduría Chiapaneca, Baldemar consideró que la presencia de la Fiscalía especializada en protección a los derechos de las mujeres en Chiapas, es fantasmal, «en el municipio de Ocosingo (donde fue asesinada Tatiana) existe una instancia que no tuvo nada de participación en el caso de mi hija, no estuvo al tanto de las arbitrariedades del Ministerio Público» puntualizó.
Las pruebas para la justicia chiapaneca no son suficientes, Élmar continua siendo probable responsable del asesinato de Tatiana y eso mantiene preocupada a la familia, ya que temen que por sus influencias políticas el ex legislador consiga su libertad en pocos días.
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