Pese a que hoy el aborto esta penalizado en muchos países, se afirma que en la antigüedad el aborto era un acto muy común que no merecía ningún tipo de castigo. Pero, ¿será verdad que todas las culturas antiguas lo veían de esta forma?
La historia judeocristiana, afirma que esta cultura no ha considerado el aborto como un asesinato, pero sí como una situación seria y una lesión a la imagen de Dios.
La Biblia, en el libro Éxodo niega la existencia de una vida humana en el feto. Se consideraba que la vida de la mujer se paga con otra vida, pero la pérdida de un embarazo solamente se pagaba con dinero, es decir no se considera vida.
Sin embargo, en el Código Hammurabi, promulgado hacia el año 1728 antes de Jesucristo, los hititas castigaban el aborto con penas económicas en monedas de plata y hasta con la pena de muerte.
Los fariseos y los rabinos consideraban al embrión como una parte visceral del cuerpo materno. Sin embargo como una gran contradicción la muerte del feto, significaba un asesinato.
Pasando al mundo misterioso antiguo de la India, nos encontramos en la literatura Veda que el aborto se condenaba, si era provocado por la madre o con su consentimiento para que otra persona interrumpiera su embarazo, pues se consideraba como un pecado imperdonable.
En cuanto al pensamiento relacionado con el budismo, se explica en los textos Vinayas que el aborto provocado se veía como una forma reprobable que causaba a otra persona la muerte.
Pero por otra parte los antiguos griegos apoyaban el aborto para regular el tamaño de la población y mantener estables las condiciones sociales y económicas.
Cuatrocientos años antes de Cristo, Platón recomendaba el aborto a las mujeres embarazadas mayores de 40 años (o si su compañero era mayor de 50 años) y además veía la terminación del embarazo no deseado como un medio para perfeccionar el propio cuerpo.
Otro filósofo que ya tenía una visión de planificación familiar era Aristóteles quien recomendaba el aborto para limitar el tamaño de la familia.
Sólo se tiene registrado a un gran pensador de esa época que no apoyaba el aborto y fue Hipócrates. Él hablaba en contra del aborto por razones médicas, pues temía que fuese peligroso para la mujer, pero lo recomendaba en algunas ocasiones, recetando ejercicios violentos.
Con esto se puede afirmar que desde la antigüedad las posturas frente al aborto han sido muy diversas desde las culturas que lo recomendaban, hasta las que lo veían como un asesinato, lo que no varía es que desde entonces la mujer ha sufrido castigos que van desde hacer un pago, permanecer en prisión, y hasta ser asesinadas.
2005/HS/SJ
