Es una «caricatura» tomar la abstinencia sexual como una forma auténtica de protección contra el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (sida), consideró el coordinador de los talleres de sexualidad «Sex Chop» que se realizan en el Museo del Chopo, Oscar Chávez Lanz.
En la mesa «Sexualidad y sida: investigación, salud y educación», el biólogo y sexólogo señaló que como método preventivo, la abstinencia tendría que ser total, lo cual es imposible en una especie como la nuestra, cuya actividad sexual no reproductiva es mayor que en cualquier otra.
En el foro organizado por la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Chávez Lanz dijo que según datos de la iglesia católica, 86 por ciento de las mujeres se casan habiendo tenido relaciones sexuales; de éstas, un tercio llega al matrimonio embarazada.
Por ello, «no funciona invitar a la gente a la abstinencia, pero sí contribuye al estigma, porque socialmente se considera que ‘si te contagiaste es porque hiciste algo incorrecto’ y no mereces la atención de tu familia, de los servicios médicos e, incluso, ni tú te sientes con derecho a exigir».
Indicó que las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (vih) están sanas y no es sino hasta que el sistema inmunológico se deteriora cuando enferman, por lo que calificarlos de igual manera que a quienes padecen sida es parte de la estigmatización que margina a las personas infectadas.
Por su parte, Rubén Martínez, profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicó que para enfrentar el mal han aparecido una serie de tratamientos que sólo son accesibles para cuatro millones de los 40 millones de infectados en el mundo.
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