El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó en Ginebra su inquietud por el fuerte aumento de casos de diarrea entre los niños y niñas iraquíes, para quienes la enfermedad puede ser mortal por la desnutrición que sufren.
La diarrea, causada principalmente por la contaminación del agua, es responsable del 70 por ciento de las muertes de niños y niñas menores de cinco años en Irak.
«Las cantidades de agua disponibles son insuficientes y su calidad es dudosa», declaró el portavoz de la Unicef, Marc Vergara, quien advirtió que se requieren con urgencia 400 toneladas de cloro para las plantas de tratamiento.
La semana pasada, agregó, un hospital de Bagdad atendió 300 casos de niños y niñas con diarrea sólo en media jornada, mientras que un médico itinerante trataba en el mismo lapso de tiempo a otros 40 menores atacados por la misma enfermedad.
«Si el cloro escasea, el agua de los grifos será bombeada directamente de los ríos, lo cual será peligroso para la salud de la población», indicó Vergara.
Se trata de un verdadero círculo vicioso, como explicó el portavoz, puesto que las aguas sucias son vertidas sin tratamiento previo a los ríos Tigris y Eufrates y luego bombeadas nuevamente a las estaciones de tratamiento que abastecen a la mayor parte de la población de agua.
«Al estar funcionando con poco cloro las instalaciones de potabilización, existe el peligro de que pronto llegue a las tuberías agua sin tratamiento alguno, con alta concentración de toxinas y contaminación orgánica», alertó Vergara.
La situación más grave se registra en el sur de Irak, principalmente en la región de Basora, explicó.
Diariamente, 20 camiones cisternas contratados por Unicef llegan a esa ciudad desde Kuwait transportando cada uno 37.000 litros de agua para abastecer a las familias, los hospitales y centros de salud.
Sin embargo, esto no satisface las necesidades del millón y medio de habitantes de esa ciudad y en muchos casos se convierte en un negocio para personas sin escrúpulos que revenden el agua, advirtió.
Por otro lado, el portavoz de la organización humanitaria dijo que había personas que habían disparado contra las tuberías con el único propósito de sacar el agua de ellas, por lo cual no se descartan actos de violencia contra los lugares donde se almacena el agua.
2003/MES/MEL
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