Mil 635 mexicanas asistentes al Quinto Parlamento de Mujeres de México (PMM), en el que confluyen las diputadas y senadoras con las ciudadanas para mejorar el quehacer legislativo, se comprometieron hoy a no ceder en la lucha por la reivindicación de sus derechos humanos, políticos sociales y laborales.
Los acuerdos fueron leídos al clausurar los dos días de trabajo en la Cámara de Diputados por la presidenta de la Comisión de Equidad y Género Concepción González Molina, quien en el segundo punto reiteró el manifiesto por una salida pacífica al conflicto en Iraq.
Igualmente, la diputada federal del Partido Revolucionario Institucional leyó:»nos pronunciamos por la aplicación y defensa del principio de la equidad en la educación y en la vida política, por ser salvaguarda de derechos y soberanía.»
En siete puntos llamaron nuevamente al presidente Vicente Fox para que lleve las investigaciones de 300 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez a la justicia federal y exigieron el cumplimiento del Código Federal de Procedimientos e Instituciones Electorales (Cofipe), para que respete un mínimo de 30 por ciento de mujeres en las listas de candidaturas.
Como en años anteriores propusieron que el Parlamento de Mujeres funcione de manera permanente, y se pronunciaron por defender los presupuestos de género.
DE LA SOCIEDAD CIVIL
Patricia Barrera Rivera, representante de la conservadora asociación civil Voz Pública, al hablar en la tribuna reiteró que «no queremos ni una más», refiriéndose a las mujeres torturadas y muertas en Ciudad Juárez.
Molesta por la aprobación de las propuestas en la mesa sobre Salud Integral, hizo notar que la postura de las mujeres que se pronuncian por la vida antes de nacer no están dispuestas a que sus voces se acallen.
En respuesta, Gabriela Rodríguez, coordinadora de la Red Nacional Democracia y Sexualidad, que engloba a un ciento de organizaciones en este campo cuestionó –tras pedir otra vez que México vote con un «no» en la ONU—que «la destrucción de seres humanos vivos y la defensa de seres en potencia es prueba de la manipulación que subyace en esas campañas (impulsadas por George Bush).»
Señaló que esta administración financia organizaciones de ultraderecha que desde 1917 intentan introducir la educación religiosa en la escuela pública y más recientemente adoctrinan con una Guía para Padres, que traduce en el lenguaje secular las doctrinas de Juan Pablo II.
Por ello dijo que las feministas no van a aceptar retrocesos históricos, ni permitir que las políticas estén influenciadas por la iglesia católica. Con ella, la mayoría de las mujeres sentadas de manera excepcional en una curul vocearon «ni un paso atrás, ni un paso atrás.»
El presidente del Senado, Enrique Jackson Ramírez al dirigirse a las asistentes reconoció que el Parlamento de Mujeres tiene un gran mérito «en estos tiempos en los que el debate diario con mayor frecuencia de la deseable atiende solamente asuntos de coyuntura.»
Mientras los desencuentros políticos suceden todos los días «en todo el país es necesario simultáneamente construir un espacio paralelo para el trabajo de fondo, para que podamos tener la capacidad de ponernos de acuerdo en los asuntos de interés nacional.
Ratificó que las principales causas eje del Parlamento de Mujeres 2003, el fin a la impunidad a las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y el voto por la paz «encontrarán en el Senado de la República un aliado.»
MR/MEL
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