El Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra para las «mujeres de confort» responsabilizó hoy a Hirohito, último emperador de Japón que falleció 1989, y a su gobierno de forzar a mujeres a dar servicios sexuales para los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
El Tribunal exigió a la administración actual que asuma su responsabilidad, se disculpe por estos crímenes, e indemnize a las víctimas.
En presencia de víctimas, abogadas y activistas se pronunció el veredicto en el Palacio de la Paz en La Haya, Holanda. En su resolución, el Tribunal reconoció que las mujeres que se conocían con el eufemismo de «mujeres de confort», fueron víctimas de violaciones y esclavización con la complacencia del Estado japonés.
Durante la Segunda Guerra Mundial las víctimas, secuestradas de sus casas, fueron llevadas a través de Asia y forzadas a permanecer en «estaciones de confort». Allí tenían que servir sexualmente a hasta 30 soldados por día.
Organizaciones de derechos humanos calculan que entre 200 mil y 300 mil mujeres, en su mayoría coreanas y filipinas, fueron forzadas a trabajar como «mujeres de confort». Algunas de ellas tenían sólo 10 años de edad.
En 1991, la coreana Kim Hak Soon fue la primera mujer que habló sobre su destino como esclava del ejército japonés. En los siguientes años se formó un movimiento de las «mujeres de confort» que exigieron justicia y un reconocimiento de las crímenes por parte de Japón.
En abril de 1998 en Geneva, Suiza, representantes de organizaciones de derechos humanos y de la red de las «mujeres de confort» participaron en una sesión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Allí nació la iniciativa de establecer un Tribunal Internacional especial para castigar los crímenes por parte de Japón hacia las mujeres.
Organismos no gubernamentales, entre ellos Amnistía Internacional, y representantes de los países de las víctimas, incluyendo China, Taiwán, Malasia y las Filipinas, apoyaron la instalación de una corte internacional que investiga los delitos de la esclavitud sexual en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
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