Una jornada sobre el dolor, organizada por la Diputación de Barcelona, España, determinó que las enfermedades como las reumáticas o las de carácter endocrinas, por deficiencias del tiroides, son de predominio femenino.
Una encuesta de Salud de Cataluña, determina que más del 30 por ciento de mujeres, que suponen casi un tercio, dicen sufrir dolor frente al 12 por ciento de los hombres, lo que pone de manifiesto que el dolor percibido es de origen femenino y que las valoraciones del dolor son subjetivos, informa la agencia informativa RIMA.
La directora del programa Dona Salud y Calidad de Vida del Centro de Análisis y Programas Sanitarios, Carme Valls, declaró que ya que las enfermedades dolorosas son femeninas, se necesitan protocolos de diagnóstico diferencial del dolor desde la atención primaria, ya que la percepción es distinta según el sexo y tiene, además, un componente social.
Remarcó que el dolor tienen un componente social y que esto repercute en el sexo femenino por la doble jornada doméstica y laboral que asume a diario y la sobrecarga que supone y, que esto, unido a la sensación de culpa y la baja estima que se inculca a las mujeres, es lo que propicia la aparición de más dolor.
Según Valls, el estrés físico y mental acaba produciendo dolor por contracción del trapecio y está comprobado que un estrés emocional, más frecuente en mujeres, puede generar más dolor que descargar un camión.
También considera que los protocolos actuales tampoco hacen un diagnóstico diferencial de todas las enfermedades que pueden producir dolor porque parten de la premisa ideológica y no demostrada de la hipersensibilidad al dolor de las mujeres, aunque la realidad es que la mujer está mejor preparada que el hombre para aguantarlo, desde la menstruación a los partos.
En asistencia primaria se puede ver cómo se vive el dolor entre ambos sexos y un ejemplo son los cólicos renales, que los hombres los viven de una forma desaforada porque no han estado preparados para soportar el dolor.
2005/SJ
