Mujeres afganas que han intentado inmolarse con fuego o han sido víctimas de violencia familiar se han asociado para ayudarse en su recuperación y prevenir otros casos, impulsadas por un proyecto de la Asociación de Cooperación por Afganistán, informa Canal Solidario.
En sólo seis meses, el hospital general de Herat, en Afganistán, ha tratado a 345 mujeres que llegaron al centro con graves quemaduras provocadas por un accidente, por violencia doméstica o porque ellas mismas intentaron inmolarse.
La semana pasada el centro atendió a diez nuevas mujeres y la cifra no para de crecer.
Ahora, estas mismas mujeres han creado la primera asociación de mujeres quemadas en Afganistán, con el objetivo de apoyarse mutuamente para su recuperación física y psíquica y para prevenir a otras mujeres.
Promueve la iniciativa la ONG catalana Asociación de Cooperación para Afganistán (ACAF), que trabaja desde hace años en el país y que en la actualidad tiene en marcha un proyecto que, con el nombre de Ariana, pretende ofrecer ayuda psicosocial a las mujeres inmoladas en la ciudad de Herat y aglutinar recursos que las permitan reinsertarse en sus comunidades.
«Hemos creado una asociación de mujeres quemadas en Afganistán con las mujeres ingresadas en el hospital de Herat y que en estos momentos reciben tratamiento y hemos intentado reunir los recursos que ofrecen organizaciones locales», explica la portavoz de ACAF, Gloria Company, quien señala que el objetivo final es que «con su experiencia estas mujeres puedan también ayudar a otras».
El proyecto Ariana se puso en marcha en septiembre de 2006 con la elaboración de un estudio sobre los motivos que llevan a las mujeres afganas de Herat a inmolarse. «Tienen muy pocas posibilidades de acceso al trabajo, no tienen independencia, no pueden estudiar ni tienen recursos económicos y la tasa de violencia doméstica es muy alta», advierte Company.
El objetivo final es que, desde su experiencia, estas mujeres puedan ayudar a otras.
En numerosos casos, se trata de chicas muy jóvenes a las que «con 13 ó 14 años, sus familias las casan con hombres mayores a cambio de una dote» y que deciden inmolarse o reciben malos tratos por parte de sus maridos o de las madres de éstos, «que repiten patrones», apuntan desde ACAF.
El segundo paso, una vez elaborado el estudio, es iniciar la ayuda a las mujeres que han intentado inmolarse, empezando por preguntarles qué les ocurre y qué desean hacer y promoviendo su asociación y buscando otros canales de ayuda.
De esta manera, a través de las ONG y administraciones locales que apoyan el proyecto, se hacen tareas de mediación con la familia, se presta apoyo psicológico a las mujeres, e incluso se ayuda a chicas que quieren aprender inglés o confeccionar ropa, para asegurar también que en un futuro «tendrán un trabajo digno y adaptado a su situación», explica Gloria Company.
REALIDAD ALARMANTE
La Asociación de Cooperación para Afganistán decidió impulsar el proyecto Ariana tras detectar en 2005 la «realidad tan alarmante» que se vive en la ciudad de Herat. Como explica ACAF, el problema de las mujeres que se inmolan con fuego afecta «a todo el país» aunque no existen organizaciones que apoyen a estas mujeres.
En Herat, el Ministerio de Salud Pública puso en marcha hace tres años en el hospital general de la ciudad una unidad para mujeres quemadas que sólo en 2005 atendió 500 casos. Asimismo, los ministerios de Salud Pública y de la Mujer del país colaboran en el proyecto de ACAF.
En este contexto, y a pesar de los esfuerzos del gobierno afgano, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch advierten que la situación de las mujeres y de los derechos humanos en el país no ha avanzado demasiado.
07/GG/CV
