Las violaciones sexuales que cometen militares o fuerzas de seguridad contra las mujeres, sobre todo en lugares donde existen movimientos sociales, como ocurrió en Atenco o Oaxaca, se traducen en un ataque a la dignidad de estas luchas civiles, señaló la antropóloga Aída Hernández Castillo, durante el Foro Social Mundial que se realiza en el Zócalo de esta ciudad.
Durante su ponencia Militarización y represión desde la perspectiva de género, que formó parte de la mesa La situación de los derechos humanos de las mujeres: los desafíos de vivir en un régimen neoliberal, Hernández Castillo mencionó que al ser la militarización un recurso para la legitimación del Gobierno federal para «la protección civil» tiene un impacto diferente hacia hombres y mujeres.
De esta manera, explicó, las leyes existentes contra el feminicidio o contra la discriminación hacia la mujer, tanto en América Latina como en México, si no se aplican pueden ser utilizadas como una cortina de humo para que siga existiendo este abuso del cuerpo de las mujeres con impunidad.
Dijo que convenios y leyes a favor de las mujeres indígenas no deben ser letra muerta y agregó que en la agenda de las feministas, aparte de incluir temas como el derecho a decidir, es importante discutir las consecuencias del neoliberalismo dentro de la sociedad, en unión con otras organizaciones no feministas.
Al respecto, Gabriela Rodríguez directora de Afluentes Sociedad Civil, encargadas de promover la salud sexual y reproductiva, dijo que el feminismo es un tema de izquierda y que el feminismo de izquierda es un movimiento que necesita estar articulado a los temas de la migración, campo, la movilización indígena, y los movimientos juveniles.
Si las organizaciones feministas se aíslan y concentran sólo en los temas de su propia agenda, advirtió, no se está entendiendo que el feminismo está articulado a las desigualdades sociales y económicas.
En ese sentido, Leonor Aída Concha, de la Red Nacional de Género y Economía e integrante de la Marcha Mundial de las Mujeres, habló sobre la situación de la mujer provocada por el modelo neoliberal.
Económicamente, las repercusiones para las mujeres en este sistema, según Aída Concha, se reflejan en que tienen que salir de sus hogares a trabajar. Las estadísticas, especificó, indican que las mujeres conforman el 50 por ciento del trabajo informal en el país, además de dedicarse en su mayoría al trabajo doméstico.
Abordó también la situación actual de la Ley general de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, producto del trabajos de muchos años de organizaciones feministas y propuesta por la doctora Marcela Lagarde.
Lagarde, recordó la ponente, evidenció a través de una investigación en todos los estados de la República la enorme cantidad de violencia de todo tipo hacia las mujeres, que puede desembocar en la violencia feminicida, como en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde existen más de 400 casos de asesinatos de mujeres sin resolver.
La Ley General, señaló Aída Concha, se está homologando en los estados de la República, sin embargo, recordó que aún está pendiente la publicación de su Reglamento por parte del Ejecutivo federal, para que sea posible aterrizarla en la vida real, implementando medidas preventivas, como la alerta de género, donde existan estos tipos de crímenes.
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