Conforme al segundo informe anual sobre Tráfico de personas 2002, elaborado por el departamento de Estado de Estados Unidos, durante el año pasado por lo menos 700 mil hombres, mujeres y niños fueron comprados, vendidos, transportados y retenidos contra su voluntad en todo el mundo.
Por esta razón Estados Unidos sancionará a las naciones que propicien el tráfico de personas y esos países enfrentarían la oposición de la ayuda de las instituciones financieras internacionales, específicamente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM); salvo la ayuda humanitaria, la relacionada con el comercio y cierto apoyo al desarrollo.
A decir del gobierno estadunidense este informe es una importante herramienta diplomática, por lo que espera que otros gobiernos lo consideren también como tal y lo utilicen para enfocar su trabajo en programas y políticas de encausamiento, protección y prevención.
Para emitir su juicio Estados Unidos ha creado tres niveles. Según ellos de esta manera los países que están en el nivel tres quedarían sujetos a sanciones, que puede levantarse a criterio del presidente George Bush, por considerar que esto conviene a los intereses nacionales de Estados Unidos.
En su clasificación México está ubicado en el segundo nivel.
En contra parte, la Organización Internacional de Migración (OIM) señaló el mes pasado que la cantidad de personas víctimas del tráfico, tanto dentro de los países como a lo largo de sus fronteras, llega a cuatro millones.
La misma fuente reveló que Estados Unidos es principalmente un país de tránsito y destino del tráfico de personas. De ello, unas 50 mil mujeres y niños son anualmente objeto del tráfico con fines de explotación sexual en ese país.
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