A pocas horas de la clausura de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16), la canciller mexicana, Patricia Espinosa, confió en lograr acuerdos en temas como el financiamiento para combatir el cambio climático, la implementación de programas «subnacionales» y de sistemas de monitoreo para afrontar los efectos del calentamiento global.
La delegación China se negó a que fueran monitoreados sus mecanismos para reducir la emisión de gases. En cuanto al financiamiento, el Banco Mundial ofreció un fondo de 100 mil millones de dólares a partir del 2020, propuesta que se mantenía en discusión.
John Ashe, presidente del Grupo de Trabajo Especial sobre los nuevos compromisos del Protocolo de Kyoto, pidió a Patricia Espinosa buscar más voluntad de los estados parte, pues las negociaciones no se concretaban a escasas horas de la clausura.
Tampoco había avances sobre el Protocolo de Kyoto. Estados Unidos rechazó hacer cualquier tipo de acuerdo obligatorio y recordó que 85 países en Copenhague acordaron reducir voluntariamente la reducción de gases de efecto invernadero. Japón tampoco aceptó una segunda extensión del Protocolo y fue apoyado por Rusia.
También seguía pendiente la definición del límite en el incremento de la temperatura global. La meta a largo plazo en discusión se mantenía en 1.5 ó 2 grados centígrados. En cambio sí hubo acuerdos para facilitar recursos a lo países en desarrollo más afectados por los desastres naturales.
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